Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

jueves, 20 de febrero de 2014

1885.- FERNAN CAMACHO



FERNAN CAMACHO

Nací en 1991, en Sevilla, y actual estudiante de Derecho y Ciencias Políticas. Nada que ver., a los dieciocho me equivoqué públicamente y empecé a estudiar derecho y ciencias políticas, lo que ahora me gusta porque así me quejo con base legal, jurídica y científica de las maldades de mucha gente. A consecuencia y por calmarme, me empecé a tomar la cosa del escribir a los 18 años."




GATOS

a Macarena Ochoa

Quizá sea cierto y me pegue ser un gato
y andar, y saltar los sincopados tejados
de alguna ciudad decadente:
Madrid, puede ser, en un exilio;
Turín, quizá, en un bombardeo;
Sevilla, acaso, en un engaño;
DF, es probable, en un atraco.
Quizá mi soledad buscada en verdad,
simplemente, está hecha para mi,
como este tejado, o esta raspa de pescado,
o estas garras de marca blanca.

Pero también a ti te pega ser una gata,
más o menos, y andar como yo
por los tejados de una ciudad
en su plena decadencia. Una gata de
dibujos animados que bebiera
te y tocara jazz en los suburbios
de aquí o de allá,
en los tejados de una ciudad,
o en lo que no se ve de la Luna.

Por eso quise ver Madrid,
que por cierto ahora me gusta,
desde el mismo tejado que tú.
Explicarte de cara a su insomnio
que me has inspirado un poema
desestructurado, como a ti te gustan,
solitario y melancólico
como yo, como tú,
como los gatos.

Quizá sólo sea que se te vería bien conmigo,
porque yo siempre fui un gorrión
que te sobrevolaba hipnotizado
por tus fierezas femeninas,
tal vez por tu sofisticación animal,
que digo yo que existe.

Pero en algún momento me convertí
en un gato.
Incluso diría que me convertí en tu gato.
Voluble y raro felino
al que en realidad eres alérgica. Qué tarde lo dijiste:
Justo cuando ya hacía tiempo
que era tuyo.





Faltan cebollas

Faltan cebollas.
Falta una vecina
que pasee en pelotas
con la ventana abierta.

Falta pimienta.
Falta un complejo de inferioridad
para quien tenga
superávit de ignorancia.

Falta sal gruesa.
Faltan poetas de playa
y un mar que devuelva los impuestos
de las llantinas mal gastadas.

Sobran eufemismos
cuando el caso es quejarse.

La uno emite en directo
el guirigay de la semana
traje de español y hetero
por petición vaticana.

O ustedes no me han escuchado
o acaso no me han entendido.
Sin lugar a dudas habrá sido
la ley educativa maltrecha
que entre pajas promulgaba
el anterior ejecutivo.
Eso siempre pasa.

Claro está.

6-7 de julio de 2013, Turín.





El color de los tejados

Me volveré del color de los tejados
compartiendo los versos contigo.
¡Llueve!
Llueve sobre tu pelo
que quiere caer sobre el poema que recitas,
eres poetisa al cuadrado,
está tu cuerpo en verso,
y tu poema en mis manos.

Algo nos recaba en París soñado
sin movernos del tejado.
París tan oscuro y triste
como tus ojos claros.

¡Llueve!
Llueve como tu letra
empapando mi chaqueta.
¡Hey, cómo llueve!
El ritmo también rima si lo marcan tus caderas
Nos desteñimos
y nuestra piel está rojiza.
Tú estás preciosa
compartiendo tus versos conmigo.

Nos volvemos del color de los tejados
¡Qué bellos estamos!
Nos estamos fundiendo
en nuestras bocas recitando
y ya somos color del cobre,
nos estamos desgastando.
¡Qué bellos estamos!

Cada vez nos parecemos más,
de hecho parezco tener
un poco de ojos claros
y tú estás más alegre,
tus ojos brillan
después de tanto.
Qué bien que veas como yo,
qué bueno habértelos prestado.

Ya somos color teja,
somos iguales
y no nos ha costado tanto.
Nos hemos vuelto del color de los tejados,
qué bien nos queda.

Y, por cierto,
¡Cómo fulguran en mí
tus ojos claros!

18 de mayo de 2013.






Cántame las aspas del molino

Cántame las aspas del molino
con tus labios de avena,
cántame la pubertad del lirio
debajo de una higuera
que florezca como tú
y vuelva literatura
visajes de azafrán tabú.

No marches, noche nochera
viene y va funambulista
con alforjas de arena.
No marches, noche nochera
viene y va mi amor de abeja al
panal de tus caderas.

 22-23 de junio de 2013, Turín.






Todas las noches que no escribo

Todas las noches que no escribo
nazco muerto al día siguiente.

No sé quién soy
si no escribo,
no siento a la luz apagarse
si lo hago.

No sé dormir,
y lo que es peor,
no sé soñar
si no escribo.
No me da miedo el fantasma
de la última sílaba aguda,
al final del verso
de la vida.

No necesito más espejo
que mis cuadernos:
La ropa, el pelo, la barba,
no me suponen más
que oro en polvo
tirado en un desierto.

Mis muñecas en el saco de un delirio,
mi amor arrestado por la bilis,
mi odio enflorecido,
nada soy si no escribo.

Un insecto que lame lo que el resto
deja de vida.

Nada soy si no escribo.





Autorretrato a los 22

Pseudo poeta,
pseudo español,
pseudo andaluz
pseudo sevillano.

Pseudo poeta,
bueno,
aficionado a los puzzles de palabras,
juntador de fonemas necios
e intentos de oídos de
una manera
o de otra.

Pseudo español,
pseudo andaluz,
pseudo sevillano,
con una relación peculiar con la demografía tediosa
que no vive,
sino pasta.
O, visto de otro modo,
español, andaluz y sevillano
a pesar de todo.

¿Poeta?
Todo lo que me dejan,
todo lo que puedo.

Ser “fernandista”,
o inventarse idiotez semejante,
a día de hoy
es un marrón seguro.







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