Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

martes, 11 de febrero de 2014

1875.- FRANCISCO FENOY

Francisco FENOY



FRANCISCO FENOY

Lugar y año de nacimiento: Almería, España, 1941 
Reside en Madrid desde los 13 años. Escritor autodidacta. Varios ensayos y más de 70 artículos dentro del pensamiento social. Su poemario Permanente cuerpo de fecundidad ha sido seleccionado por una revista de la Universidad de Buenos Aires. Tiene blogs en la red y de comunicación a través de las redes sociales. Miembro de la Asociación Prometeo de Poesía y visitante tertuliano de varios foros poéticos. 

Poemarios  y premios:

Golpe a golpe (2003), Llamaradas (2004), Permanente cuerpo de fecundidad (2007), Barro y llama (2008), A compás de calle (2009), De un cielo y un tiempo (2010), De un silencio que no muere (2011), Laberinto sin luna (2012). 

Correo electrónico: franfenoy@yahoo.es 







DÓNDE ENCUBRIR TU GRUTA TEMEROSA,
tu quejido entre muros acerados,
tu hilo de hastío, tu grito primero;
tu llanto sin respuesta: frío hábito.

Refugiado en la pobre habitación,
sin luz, solo y sin nadie; abandonado
en la terrible noche de escorpiones,
con la herida salvaje de hondo rayo.

En qué clínica bajan tu gemido
que te elevan a los sótanos ásperos.
Quién te roba las noches de tus lunas,
hasta morir de invierno sobre helado.

Poseído en el sueño misterioso
donde recobras música de labios,
con la inmensa oleada en melodías;
una sed de conjuros vas trenzando…

Fuego y seda mil veces calcinado.
Que la paz de la lluvia lenta y cálida,
sustente humedecida tu descanso. 

(2011)








EL MAL NACE EN RAZONES CONOCIDAS:
copa vaciada sin sentido a tierra. 
Aún a colmena de oro se reduce
su encanto si lo lame con su lengua
la rapiña, perdiendo, dulce y luna.
Y obligada conduce su pobreza.
Con el ahora, el antes y el después,
los niños gimen luna de colmena.

Los niños están solos y no hay sueños
a que remonten ruinas venideras.
La lluvia está dormida en el crepúsculo
de esperar esperanzas en las mesas.

Los niños están solos y en sus vuelos
se dibuja su profunda tristeza,
con luchas de raíces pequeñitas,
perezosas en vuelos de palmera.

En alto, en bajo, siempre fascinantes,
sus diminutos ritmos me alimentan
a justo pasaporte, en dulce lago.
De las gotas de sangre que no cesan. 

(2011)





VIEJAS
Secas encías
de vicios soterrados
y tocas negras.

Ecos de un sueño.
Sutura por donde mean
y en los sentidos.

Rezos, blasfemias.
Agujazos con saña

¿Para qué tanta
prolongación tortuosa
de hechicería?

¿Y por qué no
la ruptura, la quiebra
evaporable?









No hay comentarios:

Publicar un comentario