Jesús Fernández Lozano
Nació en Córdoba en 1974. Es graduado en Ciencias Económicas y Empresariales.
Entre 1993 y 2004 editó la revista de poesía Nacht & Nebel, y actualmente se encarga del fanzine The Gentle Man Soldier y organiza las actividades de La Brigada de Caballería Pomorska. En 2011 impulsó el I Festival de Poesía Independiente “Money for No-thing”. Ha participado en los ciclos Diversos y Noctámbulos.
Ha publicado las plaquettes El pequeño y valiente librillo de versos de Andrés Malpaso (La Bella Varsovia, 2005) y Poemas Bárbaros (2006). Ha sido incluido en las antologías ¿Qué nos han hecho? (Isla Varia, 2008), Sais (La Bella Varsovia, 2010), Sin dejar señales (Corona del Sur, 2010) y A gustar convidan. Gastropoesía (La Bella Varsovia, 2012). Sus poemas han aparecido en revistas como Huella Indeleble, Rescepto, Palabras diversas, Bar Sobia o Elefante Rosa. Su relato “La última noche en la tierra” fue seleccionado entre los mejores cuentos de 2008 por la Asociación de Fantasía y Ciencia Ficción.
Todas las lenguas de los hombres (La Bella Varsovia, 2013) es su primer libro.
Entre 1993 y 2004 editó la revista de poesía Nacht & Nebel, y actualmente se encarga del fanzine The Gentle Man Soldier y organiza las actividades de La Brigada de Caballería Pomorska. En 2011 impulsó el I Festival de Poesía Independiente “Money for No-thing”. Ha participado en los ciclos Diversos y Noctámbulos.
Ha publicado las plaquettes El pequeño y valiente librillo de versos de Andrés Malpaso (La Bella Varsovia, 2005) y Poemas Bárbaros (2006). Ha sido incluido en las antologías ¿Qué nos han hecho? (Isla Varia, 2008), Sais (La Bella Varsovia, 2010), Sin dejar señales (Corona del Sur, 2010) y A gustar convidan. Gastropoesía (La Bella Varsovia, 2012). Sus poemas han aparecido en revistas como Huella Indeleble, Rescepto, Palabras diversas, Bar Sobia o Elefante Rosa. Su relato “La última noche en la tierra” fue seleccionado entre los mejores cuentos de 2008 por la Asociación de Fantasía y Ciencia Ficción.
Todas las lenguas de los hombres (La Bella Varsovia, 2013) es su primer libro.
Love Gone
Tu amor se ha ido
se ha ido como el humo de las fábricas
se ha ido como el perfume de las rosas
se ha ido como la luz de la tarde
como un rayo de luna.
Tu amor se ha ido y solo ha dejado
olor a fósforo y azufre
a salvia y poleo.
Ha dejado las luces de las farolas
y los charcos de las aceras.
Tu amor se ha ido y sin embargo
está en el humo de las fábricas
y en el perfume de las rosas
está en la luz de la tarde
y en el resplandor de la luna
está en las luces de las farolas
y en los charcos de las tres de la mañana
en las gemas verdes de los semáforos
y en el ámbar de las copas.
Tu amor se ha ido pero ha vuelto más hermosa
La vida.
El Gobierno niega toda responsabilidad
Asisto a la quiebra sentimental
Se derrumban los valores al alza
La radio emite canciones sin sustancia
Me falta un botón
El suicidio es una posibilidad
Pero el Gobierno niega toda responsabilidad.
He perdido el autobús
Me han partido el corazón
Me aprietan los zapatos
Se ha estropeado el tostador
Me he levantado odiando a la humanidad
Pero el Gobierno niega toda responsabilidad.
Del viento árido que barre el alma
Del marchitamiento del amor
De los formularios 300, 340 y 1293
De las oposiciones a virus informático
Del consumo masivo de píldoras antiansiedad
El Gobierno niega toda responsabilidad.
De los grandes concursos televisivos
De la feroz y vengativa autocompasión
De la mostaza en las hamburguesas
Del polvo en los armarios
De los masters en imbecilidad
El Gobierno niega toda responsabilidad.
Admitiendo mi propio fracaso como ser humano
Admitiendo mi propia y escasa probabilidad
Por increíble (y sorprendente) que parezca
De mi propia e insufrible mediocridad
El Gobierno niega toda responsabilidad.
El Unicornio
El unicornio
era un caballo con un cuerno pegado
hecho de cartón piedra
y purpurina.
Le habían dorado los cascos
y teñido las crines
hasta hacer de él
un animal hermoso.
- Pero aún estaba lo del cuerno de cartón
y la purpurina. -
Sin embargo la gente
acudía cada semana
a ver el milagro
a contar que una vez
vieron un unicornio
que una vez estuvieron cerca
de lo maravilloso
de lo increíble
sin darse cuenta
que la Magia
no es un Ser
sino una forma
de ver el Mundo.
Haciendo Nada
Sentarse en la acera,
Tocar la armónica, mendigar,
Recordar lo bueno que hubo,
Silbar. Comprar cigarrillos.
Notar el sol en el rostro,
Deshacer el humo con los dedos
como los jirones de todos los planes futuros.
Dejar que la tarde se deslice hacia el ocaso
Y que la noche nos encuentre fumando y recordando
Lo que hicimos bien, lo que hicimos mal
Por qué fuimos tan lejos
Y por qué volvimos.
Contar los coches y las chicas
Limpiarse las lágrimas en el abrigo
Sonreír al paso o cantar un blues de Missisipi.
Tal vez adormecerse, buscarse algo en los bolsillos,
Volver a perder, y levantarse,
Echar andar. Ir a los sitios que ya no frecuentamos
donde reíamos con amigos a los que ya no vemos
Notar cómo el frío se lleva los días
y trae otros días de lamé dorado
Mirar al cielo y ver las nubes
y luego las estrellas y pararse y darse de cuenta
de que no son las mismas cada noche
Sino vidrios enjoyados para todos los borrachos,
para los perdedores, para quien quiera verlas..
Dar un paseo de vuelta a casa o no volver a casa
Disfrutar de la agradable brisa, de la ciudad, de la noche
De todo lo que gira alrededor como si fuésemos
El centro del mundo.
Regresar con los amigos, beber, besar a las damas, bailar
Estar agradecido por estar aquí, por estar ahora
aún con un montón de cosas de las que reir,
Por un montón de historias que contar,
Y algunas cicatrices, tan viejas como la memoria,
Que pican cuando va a llover
Y saben a sal.
El día que me fui con una puta
Me tiré a una puta en un callejón
Estaba demasiado cansado para pensar en algo más brillante
Así que fui con mi dinero y mis pantalones
Y mis fracasos y mis derrotas
Y todas las cosas que uno va guardando en los bolsillos
Como prueba indestructible de que el mundo
Es un lugar bastante miserable.
Tenía un par de monedas y un ticket de cine
Un paquete a medio fumar y un mechero dorado
Tenía el teléfono de alguien al que nunca había llamado.
Antes de bajarme los pantalones ya sabía
Que no iba a merecer la pena
Porque ella nunca entendería la importancia de un paquete a medio fumar
Y yo nunca podría explicarle
Qué hacía allí con ella.
Nunca entendería que yo sólo estaba huyendo del infierno
Y todo lo que tenía de mi parte era una puta
Que ni siquiera había leído a Nietzsche.
[http://www.palabrasdiversas.com/palabras/nuevos_dentro.asp?nombre=Jes%FAs%20Fern%E1ndez%20Lozano]
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