Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 31 de enero de 2014

1861.- PACO ISIDRO


PACO ISIDRO

(6 de marzo de 1896   -   1 de julio de 1960)

Cuyo verdadero nombre era Francisco Barrera García, nació el 6 de marzo de 1896, en Huelva. Comenzó a cantar a una edad muy temprana (con doce o trece años) siendo totalmente innata su afición al cante; pues, no existían precedentes familiares. 

D.Diego Díaz Hierro en su artículo "Cantaores onubenses" escribió que, tras su muerte, nos había dejado la reliquia de su cante; José Calero lo proclamaba como poseedor de una voz maravillosa y dominadora de varios estilos; el gran flamencólogo López Jara, nos decía que, con su muerte, el fandango de Huelva perdía a su mejor intérprete; Onofre López que fue el cantaor más emblemático de Huelva; Gómez Hiraldo que poseía un estilo depurado con un timbre de voz y unos quiebros flamencos insuperables; Juan de la Plata que fue el mejor cantaor por Huelva de todos los tiempos; Montero Escalera que tuvo una voz que ningún cantaor pudo igualar; y, el historiador Antonio J. Martínez Navarro, en su obra titulada: "Historia Menuda de Huelva", lo calificaba como "el gran Paco Isidro, que fue Huelva, porque la llevaba en su corazón". 

Compartió el Cante con sus tres negocios que fueron: en primer lugar, un Coche de Caballos (negocio que heredó de su padre), de ahí, sus innumerables letras alusivas a los mismos; como aquella que decía: "Yo tenía un caballo bayo/ que me costó un dineral/ Yo tenía un caballo bayo/ y ahora lo ando vendiendo/ por lo que me quieran dar/ y esa es la pena que tengo"... a modo de despedida del mundo del caballo. A continuación, sería un Taxi, con el que, dado sus continuos viajes por toda la provincia, sobre todo el Alosno, llegó a conocer la rica variedad de sus fandangos. Y, por último, un Kiosco-Bar, en un lugar tan popular y choquero, como era El Punto; o, como muchos lo llamaban: "Los Jardines de Paco Isidro". Precisamente, en éste (durante los años cuarenta y mediados de los cincuenta) promocionó el Cante Flamenco; pues, todos los sábados instalaba una especie de escenario en el que actuaron, practicamente,todos los artistas de Huelva; así como, varios conciertos de la Banda Municipal tras conseguir el oportu 
no permiso del Exmo. Ayuntamiento de la capital onubense. 
Durante la Semana Santa, se convertía en cita obligada de los onubenses para oirle cantar saetas al paso de las Cofradías de la Virgen de la Victoria, del populoso barrio del Polvorín; y de la Virgen de la Esperanza, del de San Francisco. 
Por todo ello, dicho lugar fue el elegido para perpetuar los Cantes de Huelva con un monumento, a propuesta del recordado Pepe Sollo, y que, pronto, contó con el consenso unánime del mundo del flamenco. 

Al no depender exclusivamente del Cante, le permitió una estabilidad en su vida privada y artística, de la que no disfrutaron la mayoría de los cantaores de su época. El 12 de octubre de 1920 contrajo matrimonio con Dª. María Benítez Álvarez, en la Parroquia de San Pedro. Fue padre de seis hijos: Josefa, María, Aurelia, Paco, Carmen y Pepe; a los que profesaba un profundo amor y respeto. 
En cuanto a su perfil humano, era persona de excepcional humanidad, de gran simpatía y don de palabra. Sabía estar en su sitio y dárselo a todo el mundo. Su seriedad y honestidad le valieron la consideración y respeto de todas las personas que lo conocieron; pudiendo decirse que fue una verdadera institución en Huelva, de la que se hallaba muy orgulloso pregonándola, allá donde fuere, como "Paco Isidro de Huelva". 

PACO ISIDRO fue un gran creador y un gran intérprete; pues, no hay que confundir: Crear con Interpretar. Y, en él, confluían las dos vertientes. Poseía una voz riquísima: sus quiebros; sus gallos flamencos; y su suavidad le daban una gran majestad a sus cantes. Creó un estilo de Fandango único e inigualable. Entre sus características más destacadas se pueden citar: una enorme valentía en los tonos altos; una cadencia y modulación exquisita en los tonos medios; y un gran dominio de los tonos bajos. Así como, el ligar dos tercios: bien en la mitad del fandango; o, al final. Rematándolos siempre con suma facilidad. Dominaba casi todos los palos; tan bien, como los fandangos. Pero, él sacrificó estos Cantes a favor del Fandango de Huelva, al que dedicó todo su esfuerzo, dándole un esplendor y categoría como jamás tuvo. 

Al principio de los años veinte, grabó en la Casa Odeón y Regal, alrededor de la veintena de discos de pizarra. Ya con su estilo totalmente definido, grabó unos cuarenta Fandangos por Huelva, todos distintos; pues tenía muchas variantes dentro de su propio estilo, con letras como: "Al cielo que es mi morada"; "En tu cara se posó una linda mariposa"; "Ojos de garza morena"; "Y ese es el fino querer"; "Y el tiempo le dá el color"; "Su cría yo le robé"; "Olas de la mar en calma"; "A un águila palomera"; "Y juntaremos dos firmas"; "El querer como el sentir"; "Tu querer ni un solo día"; "Lo quiere cantar cualquiera"; y, un largo etc. También dejó grabados catorce Fandangos Naturales de su creación, con letras como: "Que me costó un dineral"; "Y tú vivirás divertío"; "No hago más que llorar"; "Mi mal ya no tiene remedio"; etc. Asimismo, Fandangos del Cerro y del Alosno; como también, Fandangos de Pérez de Gúzman, pero dándole a éste último, en el primer tercio, una salida en un tono al que jamás ha llegado nadie. Tarantas, Granaínas, Malagueñas, Saetas. 

Fue un gran saetero. Cuenta en una entrevista que le hizo D.Diego Díaz Hierro, poeta e historiador, gran amigo suyo, que "en aquellos desgraciados tiempos para España, fue contratado a Sevilla para cantarle a Jesús del Gran Poder. Corrían rumores de que se pretendía atentar contra la imagen de Jesús y, entonces, desde un balcón le cantó esta saeta: "Si alguien te alza la mano/ o te ofende Gran Poder,/ yo te juro Dios Soberano/ que ése no ha podido nacer/ bajo cielo sevillano"... "Aquello -recuerda- fue indescriptible". 

Pero fue un hombre que no se quedó anclado en el pasado; sino que, durante los siguientes cuarenta años, fue evolucionando constantemente hasta llegar a sus últimas grabaciones en la Casa Hispavox (1959), dejando para la Historia del Flamenco: Fandangos de una belleza muy difícil de igualar; así como Sevillanas Rocieras suyas, muy flamencas; y unas Seguiriyas Bíblicas. Respecto a estas últimas hay que decir que, si bien en Alosno se cantan en tono folclórico, PACO ISIDRO las paró, haciéndolas más lentas y flamencas... pudiéndose decir "al estilo de Paco Isidro". 

En los años veinte, cantó en Madrid en el Price y en varios Teatros, sobre todo, en el Teatro Pavón, haciendo La Copla Andaluza, de Quintero y Guillén, siendo la figura femenina Olvido Rodríguez. Traspasó las fronteras de Francia y Portugal. Y, por cierto, en los carteles lo anunciaban como "El Profesor Don Paco Isidro y Olé". 
Estuvo también en Fiesta privada en Estoril, en villa Giralda, residencia de Don Juan de Borbón, quien quedó tan impresionado por su Cante que le envió un Retrato suyo dedicado de su puño y letra; y, en el que decía: "a Francisco Isidro. Firmado Juan de Borbón, 1956". 
Tenía un contrato para protagonizar la película "El Embrujo de Sevilla", pero una indisposición le privó de poderla hacer. 
Su primera actuación como Profesional, fue en Sevilla en el célebre Café Madrid, que tenía una Sala de Fiesta llamada "el Tronío", en la misma calle Sierpes. 
Estuvo en varias ocasiones representando al Pabellón de Huelva en la Feria de Muestra de Madrid. Actuó en los Festivales de Primavera que se celebraban en el Parque de María Luisa; en el Teatro Lope de Vega; en la Sala de Fiesta del Guajiro; y, practicamente, en todos los Teatros de Andalucía. Sin mencionar las distintas Fiestas y Reuniones de carácter privado en las que participó a lo largo y ancho de toda la geografía andaluza. 
A la Feria de Sevilla iba contratado todos los años. En cuanto a la Romería del Rocío se puede afirmar que no faltó a la cita marismeña por la gran devoción que siempre profesó hacia la Blanca Paloma; de ahí, sus innumerables letras dedicadas a la Virgen y al Rocío. 
Esto en cuanto a presencia física; ya que la artística trascendió los límites de España llegando a media Europa y varios paises hispanoamericanos, al coincidir sus últimas grabaciones, en discos de cuarenta y cinco revoluciones, con el apogeo de la emigración de los trabajadores españoles. 
Por estas consideraciones, se puede afirmar que PACO ISIDRO fue Huelva; la llevaba en el corazón; erigiéndose en el gran paladín de los Cantes de esta provincia. 

Poseía un repertorio muy extenso de letras; todas preciosas y nada trágicas; pues, como él solía decir: "Le llamaban para alegrar y no entristecer". Muchísimas de estas letras las hacía él mismo, debido a la facilidad que tenía para ello. Otras, amigos escritores y poetas que, conociendo su interés por las mismas, se las mandaban constantemente. Posteriormente, él las retocaba para adaptarlas al Cante. 

PACO ISIDRO le dio prestancia y categoría al Cante, sacándolo de los reservaos y tabernas, en las que se cantaba marcando el compás con los nudillos, alcanzando las más altas cotas de calidad. 
En lo referente a guitarristas grabó con los grandes de aquella época: Niño Ricardo; Manolo de Badajoz; y, más tarde, Pepe Martínez. 

Lo que sí está demostrado es que creó un estilo de Fandango de Huelva único e irrepetible; tal es así, que muy pocos aficionados se atreven a cantarlo; lo que conlleva una parte positiva y otra negativa. Positiva, porque demuestra su calidad y que es distinto a los demás; y, negativa, porque los aficionados eligen otros estilos que les son más asequibles, por lo que se escucha cantar menos por él. 

PACO ISIDRO fue abrazado eternamente por la tierra que tanto quería el 1 de julio de 1960. 
El día 6 de marzo de 1996 se cumplía el Centenario de su Nacimiento. Conmemorando dicha efeméride, el Pueblo de Huelva le ofreció un Gran Homenaje, con Misa Flamenca en la Iglesia Catedral de la Merced de Huelva. Ofrenda de flores en el Cementerio de la Soledad. Y, por la noche, un Gran Festival de Fandangos dedicado a su memoria en el Gran Teatro de la capital onubense, contando con la presencia de las Autoridades Locales y Representantes de todas las Peñas Flamencas de Huelva y provincia. 
A lo largo de dicho año, fueron muchísimas las Peñas que le rindieron sus homenajes particulares. 





DE Charla con el famoso "cantaor" PACO ISIDRO, creador del inimitable estilo que campea en su célebre "fandango" de Huelva.

Férvido creyente, le debe "lo que es" a la Reina de las Marismas Onubenses, la histórica y amadísima imagen de Nuestra Señora del Rocío. -- El canto regional que más le seduce es la jota aragonesa.

Por PEDRO DE LA ESTRELLA
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PACO ISIDRO Y SUS FERVORES DE CATÓLICO PRÁCTICO

.-Pues hay otra cosa para mí más escalofriante. Ya esto en el mismo Sevilla y con la procesión del Gran Poder en la calle haciendo estación de Penitencia. En uno de los años de la República atea. Habían corrido graves rumores. Algún acto sacrílego cometerían con la sagrada y querida imagen, y era de temer la salvajada, ya que ésta era protegida por aquellas autoridades iconoclastas. Cuando yo ví venir a mi Señor por la calle de las Sierpes, camino de la Catedral, me voy con otros amigos y notables sevillanos a un conocido bar y desde su saliente balcón, tocando casi a la divina efigie, le canté esta saeta, que yo creo envalentonó a los católicos cobardes e hizo huir a los que intentaban enlutar páginas tan hermosas:


..Si alguien te alza la mano
o te ofende, Gran Podé,
te juro Dios soberano
que ese no ha podío nasé
bajo el cielo sevillano.




Pero lo que más me alegra y me entusiasma fue cuando supe que Rocío Jurado cantó por Huelva, por Paco Isidro. Los fandangos de Paco, que fue un artista fenomenal en sus estilos y letras, al morir dejó grabado y escrito un legado de copias puramente suyas, que ahora renacen en la voz de Rocío Jurado. ¡Qué satisfacción, qué alegría volver a recordar el nombre del genial artista onubense que se nos fue para siempre!

No se me olvida nunca cuando escuché cantar por primera vez a Rocío Jurado en los comienzos de su carrera artística. Cantó por fandangos de Valverde del Camino, entonado en sus tercios, con el mismo dejillo que saben decirlo los valverdeños. Y de verdad que me impresionó. Entonces me dije: Así los cantaba El Gatillo.
Rocío Jurado, sin discusión alguna es cantaora completa, domina la canción y cuando canta por lo flamenco lo hace con la pureza que exige el cante grande. Canta de todo, por si acaso. Y ya que hablamos de Paco Isidro, ahí va ese fandango suyo, tan popular, que dice:

"Yo tenía un caballo bayo
que me costó un dineral
y ahora lo ando vendiendo
por lo que me quieran dar
esta es la pena que tengo".

O ese otro del Gatillo:
"Valverde de mis Valverde
Valverde de mis consuelos
quién estuviera en Valverde
aunque durmiera en el suelo
debajo de un pino verde".




RECUERDOS DE José Medel Ortega

El día 2 de julio, apenas finalizada oficialmente la temporada 1959/60, una triste noticia sacudió a toda la ciudad y a la gran familia recreativista. Francisco Barrera García, popularmente conocido en toda la región como 'Paco Isidro', había dejado de existir cuando apenas acababa de cumplir los sesenta y cuatro años de edad.
Paco, hombre sencillo donde los haya, había nacido en Huelva el 6 de marzo de 1896 y su marcha dejó un vacío que casi treinta años después no ha podido ser cubierto; tenía el número 343 de socio del Recreativo y como era propietario de un taxi y profesional del gremio, durante varias temporadas, en las que el Club hacía algunos de sus viajes en turismos, tal vez por aquello de la economía, se desplazó con el equipo a distintos puntos de nuestra geografía.
Aparte su acendrado recreativismo y popularidad en la vida local, Paco había escalado los peldaños de la fama como fiel y genuino representante de nuestro fandango que interpretaba en los ratos de ocio que le permitían su profesión, interviniendo en reuniones de amigos, tertulias y hasta en festivales de teatro, generalmente de carácter benéfico, homenajes, etc.
En su kiosco de El Punto se daban cita los aficionados que gustaban oir sus 'placas' de flamenco, generalmente del más puro fandango de nuestra tierra que él con tanta sencillez decía; más o menos acomodados en los veladores que, estratégicamente, distribuidos en los jardines, otorgaban unas horas de esparcimiento y tranquilidad en aquella Huelva tan diferente a esta de hoy en día, avasallada por el progreso.

La sin par 'Perlita de Huelva', en su 'Recuerdos a Paco Isidro', cantaba un cané del más puro estilo huelvano que decía:


"Al cielo que es su morada/
déjalo subir que va/
si quieres saber quién es/
de Paco Isidro es el alma/
que Dios lo llama con él".

Y sí, efectivamente; allá en el Reino de los Justos estará este onubense que con exultante orgullo cantaba aquello de:
"Y lo llevo muy a gala/
yo soy de Huelva señores/
en todas mis reuniones/
mi fandango es el que gana/
¡no tiene comparaciones!"






ARTÍCULO Juan Gómez Hiraldo

AL CIELO QUE ES MI MORADA
Una semblanza del Arte Flamenco Onubense
Excma. DIPUTACIÓN DE HUELVA

PACO ISIDRO
Nació el 6 de marzo de 1896.
Murió el 2 de julio de 1960.
Su verdadero nombre fue Francisco Barrera García.
Su padre fue Isidro Barrera propietario de una empresa de coches de caballo de alquiler y de aquí su nombre artístico de Paco el de Isidro, PACO ISIDRO en el decir cortado del choquero. En su niñez y por cuenta de la empresa prestó servicio permanente como cochero a un médico muy conocido de Huelva: Don Pedro Seras, que por ahí tenía una calle hasta hace muy poco.
Fue padre de seis hijos: cuatro hembras y dos varones. En su vida privada fue ejemplar. Era muy amante de su casa, sentía un gran cariño por su mujer y sus hijos, de los que estaba muy orgulloso.
(Paco Isidro vestía terno de caballero, siempre serio y elegante. En su madurez tenía el mejor taxi que existía en Huelva, un siete plazas. Usaba sombrero en todo tiempo y saludaba con él como un señor, siempre afectivo y receptivo).
Su afición a los caballos le viene de herencia de ahí sus innumerables fandangos alusivos a los mismos de los que el más famoso quizás sea aquel que decía:

Yo tengo un caballo bayo
que me costó un dineral
y ahora lo ando vendiendo
por lo que me quieran dar
y esa es la pena que tengo.

Empezó a cantar a los trece o catorce años. Su afición al cante nació de él mismo, pues en su familia no hubo ningún cantaor. Preferentemente cantó y explayó su arte en fiestas y en reuniones. Le llamaban continuamente de Sevilla, Cádiz, Jerez, Puerto de Santa María, practicamente de toda Andalucía. A la feria de Sevilla iba contratado todos los años y al Rocio no faltó un solo año en toda su vida de artista. Sentía una gran devoción por la Virgen del Rocio por lo que le dedicó muchas creaciones originales en Fandangos Rocieros y Seguidillas Rocieras.
(Paco Isidro vino a mi casa, en la calle San José nº6, de Huelva, traido por mi padre con motivo del bautizo de mi hermano Tomás. Yo tenía siete años. Venía acompañándole el maestro Rofa. Como sabía que mi padre era alosnero y mi madre también, no se salió en toda la noche de este palo. Cuando se metió el palo en candela le dió a los valientes y cantó:

Tan alta la ví subir
a un águila palomera
y luego la ví bajar
más humilde que la tierra
ya no ha vuelto a volar más)

Actuó en muchos festivales por toda Andalucía y en la famosa sala de fiestas "El Guajiro" de Sevilla estuvo contratado con mucha frecuencia. En su juventud hizo la "copla andaluza" en el Teatro Pavón de Madrid, en unión de otros artistas famosos de la época.
En cuanto a grabaciones, antiguamente grabó en la Casa Odeón, La Voz de su Amo y la Casa Regal aproximadamente unos veinte o veinticinco discos. En sus últimos años grabó dos discos con la Casa Hispavox de los que es posible que aún queden algunos en el mercado.
En lo referente a guitarristas, le tocaron los mejores de sus épocas como Niño Ricardo, Manolo el de Huelva y en su madurez los Rofa, padre e hijo, Pepe Azuaga y Pepe Martínez, con el que grabó sus últimos discos.
Su creación artística fue de un gusto depurado y popular porque tenía una voz de gran timbre, con unos quiebros inimitables (salvo para Camilo Gómez, su gran intérprete actual) que abarcaba una gama de fandangos de mucha variedad a los que Paco Isidro imprimía el sello de su gran personalidad. Hizo fandangos, con su peculiar estilo, cortos, valientes, rocieros, alosneros, serranos...

Pastorcillo, que entre flores,
vas cantando en la ribera:
pídele a Dios que al ser hombre
la cabrilla que más quieras
no salga tirando al monte.

(Los fandangos alosneros los bordaba porque fue muy requerido siempre por la gente de "p'allá" para sus cachupinadas y de ella adquirió ese bagaje único de letras y estilos que conformaron en parte su forma de cantar).
Los fandangos con alusiones marinas fueron una determinante de su cante y creó coplas de una belleza poética rara y para siempre. Cantó al amor con la fuerza del enamoramiento y el mar fue en contrapunto, el telón de fondo que llenó de sentido sus fandangos:

Quién pudiera acariciarte
como el mar a mi barquilla...
Y en tu boquita besarte
como el mar besa a su quilla
y a la velita arrullarte.

O esta sentida declaración de amores con una rima deliciosa que ya es del pueblo y una bandera de choquerismo inembargable:

Concha llena de lunares,
olas de la mar en calma...
Si tú me das tus amores,
yo, te entregaré mi alma,
María de los Dolores.

Respecto a las "sevillanas", desde muy joven dominaba todos los estilos, enriqueciéndolas con su especial forma de cantarlas, destacando sobre todas, las seguidillas bíblicas alosneras, de las que conocía casi todas las letras por su contacto con los grandes cantaores aficionados alosneros con los que tantas veces alternó, compartiendo con ellos aquellas grandes Fiestas de las Cruces de Mayo, donde cada año surgían, como por generación espontánea decenas de nuevas letras para cada fiesta.
(Entonces los alosneros dejaban que fueran sus mujeres las que disfrutaran las fiestas y las dejaban repicar panderetas, tocar las palmas y trinar "palillos" en la mayor despreocupación, acompañando seguidillas y fandangos para bailar. Pero en coro, en "cané").

Otra faceta del arte largo de Paco Isidro eran las saetas que cantaba con un arte, una fuerza y un gusto extraordinario. Cuando Paco tenía el Kiosco Bar en el sitio conocido como El Punto, todos los años por Semana Santa, al paso por allí de las Cofradías de San Francisco y La Victoria del Polvorín, Paco les cantaba y allí -por sabido- se congregaba media Huelva para escucharle.
También cantaba muy bien las Verdiales y las Malagueñas. Decía en su opinión que tan bien como los fandangos; pero como se le llamaba para cantar fandangos, para mucha gente era inédita esta faceta del cante de Paco Isidro.
En lo referente a los estilos de fandangos de la provincia, los conocía a la perfección, cantándolos tal y como eran y dándoles al mismo tiempo el sello indiscutible de su personalidad. De sus fandangos hemos de decir que tienen un sello inconfundible, una gran fuerza y calidad y son, ciertamente, muy difíciles de cantar, en particular los valientes; por eso los cantaores prefieren otros estilos, pues teniendo la voz parecida, les son más fáciles de imitar.
Tenía verdadera pasión por las letras de fandangos; podía cantar más de 200 sin repetir ninguna. Unas eran creaciones suyas y otras se las hacían poetas y escritores amigos y después Paco las adaptaba al cante; todas a cual más bonita. Se puede decir que la inmensa mayoría de letras que ahora se cantan como populares, eran suyas. De tal forma era esto así que, hay anécdotas que refieren que en algunas reuniones en que intervino ejecutando largas tandas de fandangos, se hacían apuestas a ver si repetía alguna.

En cuanto a su perfil humano era un hombre de una gran personalidad, con una simpatía y un don de palabra enorme. Tenía amigos en todas partes en Huelva y fuera de ella. Sabía estar en su sitio y dárselo a todo el mundo; lo mismo le cantaba a un gran personaje que a un humilde bultero. Se entregaba a todos en su cante y por su cante porque era un verdadero profesional.
Sentía un gran cariño por Huelva. Por donde quiera que fué propagó el nombre de Huelva y sus fandangos y en todas partes se anunciaba como Paco Isidro, de Huelva.
(Por los años cincuenta, fuera de Huelva, no se conocía cantaor de más valía ni más famoso que Paco Isidro. La forastería lo tenía por el único representante de los cantes de Huelva, porque así era. La razón estaba en que como su otro negocio era el taxis, viajaba por todas partes cantando).



Letras de Fandangos
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I

Yo tengo tres corazones
a mí no me afligen penas
yo tengo tres corazones
uno pa que vaya y venga
otro pa que lo aprisione
y otro pa que tú lo tengas



II

No ha de sufrir más que yo
aquel que está entre cadenas
no ha de sufrir más que yo
porque sufre con su pena
pero el que sufre de amor
se muere con la condena


WEB:   http://pepeisidro.blogspot.com.es/


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