Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 31 de enero de 2014

1860.- FRANCISCO DAVID RUIZ



FRANCISCO DAVID RUIZ

(Rute, CÓRDOBA 1987) es licenciado en Filología Hispánica y Filología Románica por la Universidad de Granada. Posee también un Máster de Profesorado de Secundaria. Ha coordinado los primeros números de una publicación de carácter cultural en Rute, así como diversos talleres de teatro. Durante el pasado año, ha sido residente de la undécima promoción de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores.
            
Como poeta, ha participado en numerosos recitales colectivos como el organizado por el FEX 2012 (Festival Extensión del Festival de Música y Danza de Granada) o por Amnistía Internacional Granada. En 2012 publica la plaquette-cartón Canción Indie para el Chico Ostra realizada por la asociación Diente de Oro. También ha colaborado en otras publicaciones como en la segunda edición de Poesía en el Jardín, editado por la pintora Elena Laura. Asimismo, ha sido organizador del ciclo de lecturas "Poesía In Situ" de carácter benéfico, en su ciudad natal. También en septiembre de 2013 interviene en las Jornadas Z de Arte Contemporáneo de Montalbán con el espectáculo Quítame la rebelión.
            
Como prosista, ha sido galardonado con varios premios de relato corto por su serie de cuentos sobre mujeres de la posguerra, publicados en diferentes libros. Es en este proyecto también en el que ha estado trabajando durante el curso 2012/13 como residente de la Fundación Antonio Gala.



CANCIÓN INDIE PARA EL CHICO OSTRA


         “La noche está estrellada y ella no está conmigo”                                                                                                                                                     
                                 Pablo Neruda


Antes de que se acaben las letras,
no se atreva nadie a escribirte en un poema.
Yo prefiero esperarte
abrochado hasta al alma mientras canta
a lo lejos
el viento helado de la noche.

Te espero.
Ítaca es una parada de autobús
y yo te espero.
Te espero y nunca llegas.

Granada
está estrellada
y tiritan astronautas a lo lejos.




ESTRO

Mayo
ondea leve la bandera del verano
en todos
los relojes de muñeca. Uno puede
encontrarle el masculino
a las musas
en los torsos desnudos
que florecen de repente
en los jardines de los parques.
Parece que se multiplicaran
bíblicamente
como un milagro brillante,
dorado
de tarde,
por el descanso del sol y las miradas
sobre la piel. 

Abandonan
como al borde de los ríos
la opresión
de sus vaqueros,
de sus camisetas
de mangas
cortas
con la lengua descarada de los Rolling.

Y aquí, sátiro encogido,
como juncos
aparto las páginas de un libro,
y vengo a cantar a mi cuaderno. 




Después del final

Ocurrió que
después de la guerra, llegó la posguerra,
y entonces
el hambre,
el racionamiento,
los parásitos,
los carroñeros,
los ladrones de cuerpos,
el silencio ante el vencedor
y el miedo del vencido.
Cualquiera diría que
después de ti.



A gobiernos nefastos

A veces
cuando escribo en mi cuaderno
que te quise
o que te quiero –en realidad, todavía es pronto para lo primero y tarde para
lo segundo–,
siento una pesadez de
brazos caídos,
como una huelga general
de miembros de un mismo cuerpo.


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