Miguel Cabello de Balboa
(Archidona, Málaga 1535 - Camata 1608)
Nació en la villa de Archidona de la provincia de Málaga entre los años 1530 y 1535. Sobrino nieto de Vasco Núñez de Balboa (1475 ~ 1517) el primer europeo que certificara - en 1513 - la presencia de un océano al otro lado de Tierra Firme: el Pacífico, llamado por ese entonces "Mar del Sur".
Presbítero, residía en Lima por los años de 1596 a 1604, y allí compuso varias excelentes obras, en verso y prosa, entre ellas, a lo que parece, dos comedias. Nos referimos al Discurso (Epístola en tercetos) en loor de la Poesía, dirigido por una señora principal de dicho reino del Perú a Diego Mejía, traductor de las Epístolas de Ovidio, que residió también allí, e hizo, estampar su traducción en Sevilla, año 1608, con título de Primera parte del Parnaso antártico de obras amatorias. Al frente de este libro se halla, pues, la epístola anónima a que hacemos relación, pieza de notable mérito, y muy interesante por las noticias que contiene de poetas, que a la sazón florecían en aquellos dominios. De Miguel Cabello y de sus escritos habla la poetisa en estos términos:
La Volcanea, horrífica, terrible,
Y el militar Elogio, y la famosa
Miscelánea, que el Inga es apacible;
La entrada de los Mojos milagrosa,
La Comedia del Cuzco y Vasquirana,
Tanto verso elegante y tanta prosa,
Nombre te don, y gloria soberana,
Miguel Cabello, y ésta redundando
Por Hesperia, Archidona queda ufana.
De estas obras, solo una, la Miscelánea antártica, y origen de los indios y de los Incas del Perú, se halla citada por don N. Antonio, con referencia a León Pinelo, que en su Epítome de la Biblioteca oriental y occidental, náutica y geográfica, la señaló existente, manuscrita, en la librería del condeduque de Olivares. Añade don Nicolás que él la había visto entro los libros de don Andrés de Brizuela, abogado matritense.
Comedia de El Cuzco.
Comedia Vasquirana.
Siguió la carrera de las armas, estuvo en las guerras de Francia y los Países Bajos en 1558 bajo las órdenes del Príncipe Filiberto de Saboya y del Conde de Egmont, estuvo del lado vencedor en la batalla de las Gravelinas, donde se destruyó el ejército francés al mando del Mariscal de Thermes.
Llegó a América en 1566, para esos tiempos se ordenaba sacerdote, recibiendo en Quito en el año 1571 las órdenes sagradas. Acompañó a Diego Bazán en la conquista del Chocó, y a su regreso en 1572 fue instituido párroco del pueblo de Fúnes, dependiente de la ciudad de Pasto.
En Santa Fe de Bogotá, conoció al conquistador Gonzalo Jiménez de Quesada que por entonces buscaba afanosamente el mítico Dorado y lo contactó con el fraile franciscano Juan de Orozco, quien le hizo conocer sus escritos sobre los orígenes de los indios. Con ellos trató el origen del los americanos, para Cabello Balboa descendían de los nietos de Noé y del patriarca Ofir (Hijo de Joctán, cuarto hijo de Sem, quien a su vez fue hijo de Noé) todo lo cual, resultaba creíble para entonces dadas las genealogías tribales que trae la Biblia.
A principios de 1573 lo hallamos como vecino en Potosí y en 1577 ya estaba en Quito, donde se convirtió en la persona de mayor confianza del Obispo Fray Pedro de la Peña y del personal de la Real Audiencia, razón por la cual le encomendaron la reducción de los negros y mulatos de la provincia de Esmeraldas por Provisión Real de 8 de julio de ese año. En su estancia en el territorio del Ecuador actual que duró al menos hasta enero de 1581, comenzó a escribir su "Miscelánea Antártica".
Luego pasó por Lima donde el virrey Enríquez le concedió el Curato de San Juan Bautista de Ica.
Participó entre 1582 y 1583 en el Tercer Concilio Limense que presidía el Arzobispo Toribio de Mogrovejo.
En 1593 se trasladó al Alto Perú en donde participó de la expedición a los Chunchos.
En 1604 tomó a su cargo la parroquia de Larecaja (Bolivia), donde permaneció hasta su muerte ocurrida hacia 1608.
Expedición a Esmeraldas
Las noticias que el negro Alonso de Illescas había auxiliado a un náufrago español y que estaba dispuesto a entregarse en paz y dar obediencia al Rey de España, si se los dejaba vivir tranquilos en sus palenques ("rancherías") coincidieron con la estancia de Cabello en Quito. Las autoridades civiles y eclesiásticas le encomendaron la misión de pacificar a Illescas y los suyos. El historiador ecuatoriano Jacinto Jijón y Caamaño (1890 ~ 1950) cuenta: "La empresa por la que tanto se afanaba Cabello Balboa, la de reducir a la cristiandad a los indios y negros de Esmeraldas y la de abrir un nuevo camino entre Quito y la costa del Pacífico parecía asegurada: la Audiencia le encomendó al capitán Andrés Contero, que tenía la Gobernación de las Esmeraldas por título conferido por el Licenciado Castro y a su Teniente General, el capitán Bartolomé Marín, con los que debía partir Cabello Balboa".
La expedición partió de Quito en setiembre de 1577, llegaron a Atacames, donde repoblaron el sitio que había sido abandonado, para que sirviera de avanzada; a sus playas llegó Illescas, con sus hijos y su yerno, el español Gonzalo de Ávila.
Cabello les propuso celebrar los sacramentos - matrimonio, confesión y bautismo -, Illescas los aceptó pero para una etapa posterior, cuando se pueda contar como madrinas a mujeres españolas, quienes podrían enseñar a su gente a llevar una vida urbana. También les entregó las provisiones reales concedidas por las autoridades reales, ellas se da lugar a las aspiraciones del líder negro: El perdón del rey, que suponía el reconocimiento de su libertad, su nombramiento como cacique y gobernador que significaba que las diversas parcialidades controladas por jefes secundarios estaban a su mando. En respuesta Illescas prometió obediencia al rey, y someterse al proceso de reducción -interés fundamental de la Corona- que le preveía un nuevo lugar de asentamiento: la Bahía de San Mateo.
Illescas volvió a su palenque para organizar el traslado, pero no regresó: los indios estaban recelosos de la presencia de los extranjeros e iniciaron una sublevación contra los negros, cuyo líder debía atender. Cabello que nada sabía de los sucesos, fue en su búsqueda encontrando la ranchería desierta y con señales de violencia. Pronto recibe el aviso de un inminente ataque indígena y decide partir a Manta, por tortuosos senderos. Volvió a Quito en condiciones penosas.
De todo lo ocurrido hizo un informe presentado al Corregidor de Trujillo al Corregidor en 1583 que tituló "Verdadera descripción y relación larga de la Provincia y tierra de las Esmeraldas", manuscrito hallado en el Archivo de Indias de Sevilla por el historiador peruano Manuel Porras Barrenechea (1897 ~ 1960).
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