Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

viernes, 6 de junio de 2014

FRANCISCO DE NAVARRETE Y RIBERA [2.024]



FRANCISCO DE NAVARRETE Y RIBERA 

Dramaturgo y novelista español. Nació en Sevilla, en 1592, y falleció hacia 1652. Fue amigo de Lope de Vega. En su obra Flor de sainetes (1640), imprimió los entremeses y dos novelas cortas: El caballero invisible y Los dos hermanos, eludiendo en ésta última, la vocal a. Escribió novelas utilizando la práctica de omisión de ciertas vocales. Entre ellas: La carroza con las damas, sin usar la letra e; La perla de Portugal, sin utilizar la i; La peregrina hermitaña, sin usar la o, y La serrana de Cintia, descartando el empleo de la u.

Es autor de la primera novela cortesana que es también un lipograma, La novela de los tres hermanos, escrita sin la letra A, que se incluye en un curioso libro de rarezas titulado Flor de Sainetes (1640), donde aparece además La casa del juego, poco después impresa, con un soneto acróstico de Blas de las Casas y unas octavas también acrósticas de Damián de Frías, así como un enigma del autor; otras obras extravagantes de esa colección son La novela del cavallero invisible, narración disparatada y cargada de absurdos que preanuncia el Surrealismo; esta novelita de Navarrete aparece como anónima en el volumen de la B. A. E. Novelistas posteriores a Cervantes; un nuevo ejemplo curioso de este autor, citado por Bartolomé José Gallardo, es su Nuevo modo de escribir en estilo de cuentos, que puede ser definido también como un lipograma, ya que se inicia con los mismos versos de La novela de los tres hermanos:

Premio el lector llevará
quando el discurso leyere
si en alguna línea viere
razón escrita con A.



La escuela de danzar
de Francisco Navarrete y Ribera




LA ESCUELA DE DANZAR 


Las personas:

El Maestro 
Una dama
Su criado 
Una panadera
Un villano 
Una viuda
Un barbero


Sale el maestro y su criado templando una vigüela.

MAESTRO: ¿Has templado de fino essa vigúela?
CRIADO:     Sólo faltan los niños de la escuela.
                        Buen día fue el de ayer
MAESTRO: Valió dineros.
CRIADO:     La dicha está en que te vengan forasteros.


Sale el villano de labrador.


VILLANO:     Dios guarde a su merced. 
MAESTRO:    Sea bien venido, 
VILLANO:     De Torrejón el baile me ha traido.
MAESTRO:    ¿Qué baile quiere?
VILLANO:     Para entre zagales
                          darme en la frente con los carcañales
MAESTRO:   ¿Quiere trepar de salto o gapatetas?
VILLANO:    Quisiera reventar las castañetas 
MAESTRO:   Toca un «villano» en pausas de cevolla.
VILLANO:    Mejor como tocino con la olla.


Toca «el villano» y baila


MAESTRO:   ¡Por Dios que está muy diestro en lo villano!
                         A poca costa fuera cortesano.
VILLANO:   Yo me holgara.
MAESTRO:  Yo le haré que pueda: 
                         traiga un medio moñito y vista seda.


Arrimase el villano, y sale la dama, muy melindrosa, con manto y chapines.


DAMA:          Un jazmín animado
                        un escrúpulo en carne confitado.
                        un es no es entre muger y viento.
                        la endeble delgadez del pensamiento, 
                        quisíera un baile entre sutil y tierno.
MAESTRO: Querrá irse de puntillas al infierno. 
                        Quiere un «pie de gibao»?
DAMA:         Es corcobado
                        y no quisiera el gusto trabajado.
MAESTRO: Baile en revelación, que a lo que entiendo 
                        querrá bailar muy bien y estar durmiendo.
                       ¿Quiere un «polvillo»?
DAMA:         Bueno, por mi vida
                        ¡parece que a tabaco me convida!
MAESTRO: Pues ¿qué le he de enseñan señora mía?
DAMA:         Un baile que no tenga grosseria. 
MAESTRO: Tócale una «gallarda» presumida.
                        que le he tomado al gusto la medida.
DAMA:         Encontróse el Maestro con mi intento.
                       Vaya con pie de plomo el instrumento.


Tocan la gallarda y dánçan


MAESTRO: Andar cuerpo derecho, largo el passo. 
         desenfadado el rostro, suelto el braço
         dos bueltas con mesura, y arrimarse:
         entrarán los que quieren enseñarse.

          
Arrimase y sale la Panadera.

PANADERA: Dos mudanças no más saber quisiera.
          que es bastante festín de panadera. 
MAESTRO:  ¿Qué se inclina a bailar?
PANADERA: Soy recatada.
MAESTRO:  Tócale una «capona» punteada. 
PANADERA: ¡Dios me libre, señor! ¡No la baylara
          si de antojo de bayle reventara!
          Un bayle quiero fértil y fecundo, 
          que en todo lo capón se acaba el mundo.
MAESTRO:  Toca la «zarabanda» bien corrida
PANADERA: Esso baylo yo bien toda mi vida.

Tocan la «zarabanda» y bayla.

MAESTRO:  ¡A fe que no es muy lerda la mozuela!
PANADERA:  Allá el cedaço sirve de vigüela. 


Arrímase y sale el barbero.

BARBERO: Ingrato y homicida,
         pues dándome un real quito la vida.
         tundidor de quixadas,
         aprensador de crenchas marañadas...
MAESTRO: Vuestra Merced me dice en lo primero, 
         aunque no muy pulido, que es barbero.
BARBERO: Quisiera un bayle nuevo
         que es virtud y descanso de un mancebo.
MAESTRO: ¿Baylará un «santarén»?
BARBERO: ¡Jesús mil vezes!
         No lo consentirán los portugueses. 
MAESTRO: ¿Un «pasacalles»?
BARBERO: Esso es de açotados.
         Dios me libre de bayles arresgados.
         Yo quisiera un «canario» bien tañido.
MAESTRO: Lo ligero le tiene envanecido.


Tocan el «canario» y bayla.

MAESTRO: Esse çapateado a trompeçones, 
         y afirmarse de estribo en los talones.


Arrímase y sale la viuda.


       En lo que es el «canario» está muy diestro:
       en codo tiempo quedará maestro.
VIUDA: La tórtola en el canto,
       un inmenso sufrir de toca y manto, 
       una muger llorosa,
       que por perder su esposo no es esposa,
       saber quisiera un bayle recatado.
       por si bolviesse a recobrar estado.
       Socorran mi afición en tanto aprieto. 
MAESTRO: No hemos hallado bayle recoleto.
VIUDA:   ¿Ay algún hayle que a virtud inclina?
MAESTRO: Esse se bayla al son de diciplina.
VIUDA:   Un «no me los ame nadie».
CRIADO:  Esso es «fulía».
MAESTRO: Zelocita sois vos, por vida mía.
VIUDA:   Esso me agrada. Toque sossegado. 
         Dios encamine a bien esto bailando.

Tócanle las «folías», y baila muy despacio.

         ¿Podrá avivarse un poco el sonecito?
         porque me va brindando el apetito.
MAESTRO: Bien se puede avivar. Corre la mano. 
         A fe que no acabemos muy temprano!


Baila más aguda, y canta:

VIUDA]:  «No me los ame nadie».
MAESTRO: Bien la madre viuda se acomoda.
VIUDA:   ¡Pienso que bailo el día de mi voda!
         Mas caliente un poquito, que me ha dado 
         fluxo de baile en gusto repressado.


Baila un poco, y arroja la toca.


MAESTRO: ¡Desnudando se va! ¡Qué desvarío!
CRIADO:  ¿Si piensa que se fue a bañar al río?
VIUDA:    Señor Maestro, no ay sino pacienciaa:
         perdóneme del traxe la decencia. 


Suelta los chapines; y llega la dama a tenerla.


DAMA:    ¿Es posible que esté tan descompuesta? 
VIUDA:    Doy el hazerme raxas por respuesta.


Llega el barbero a tenerla.


BARBERO: ¿Es posible que esté tan engreída?
VIUDA:    No tendré otra ocasión toda mi vida.
MAESTRO:  Señora mía, baste lo bailado, 
          que nos tiene el sentido mareado.


Y ella bailando.


VIUDA:    Poco sabe el maestro, mucho duda:
          no sabe qué es soltarse una viuda!


Y baila sin poderla detener.


MAESTRO: ¡Assombrado me tienen sus estremos!
          Sossieguese, que todos bailaremos. 
VIUDA:    Como sea a bailar, yo me sossiego.
          que sólo el baile templará mi fuego.


Dexa de bailar.


MAESTRO: Ella me echa a perder. y estas liciones
         ni dan para gapatos ni calyones.
         Toca un rato, y cuidado con la puerta
         que entrará otra viuda, si está abierta.


Salen los músicos; cantan y baylan esta letra. 


Dios nos libre de la viuda
quando del llanto se suelta.
que es inundación del gusto
y molino de represa. 

Es vivora entre las ramas
de manto y mongil cubierta,
dulce engaño de los hombres
si sabe fingir de honesta.

Es sirena de los bayles. 
fullero de las escuelas,
pues quando toma lición
es la que a todos enseña.




FIN



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