Juan Clemente Sánchez
Poeta y Novelista, (Sevilla, 1960). Estudia Derecho en la Hispalense, trabaja en el Juzgado Decano de Sevilla, en 1997 publica el libro de Poesía ” El Calor del Sur y la Soledad” Ed. Huerga y Fierro (Madrid), digitalizado por la Universidad de Michigan (EE.UU.) en 2008, se encuentra en la Bibli. Públ. de Nueva York y en la Universidad de Toronto(Canadá). En 1998 ingresa en ACE-A. En 2001 pública su novela “La Rebelión del Olvido” Ed. Huerga y Fierro (Madrid), utilizado como documentación en el “El Canal de los Presos(1940-1962)” Ed. Crítica (Barcelona). Participa en Ronda And. del Libro, del Centro And. de las Letras. Participa en las Antologías: “ Hoy es siempre todavía” HS Dajla (Sahara) Ed. Palimpsesto 2.0.(Sevilla) 2014. En “Miradas sin Fronteras” Ed. en Huida 2014.En Proyecto “Dar-Tika poesía y música solidaria” “H. S.” y Dipu. Prov. Málaga. 2015.
PÁJAROS DE PAPEL
I
Viejos aeroplanos de papel,
Sueños voladores oxidados,
Lanzados por mis manos,
Jugábamos como poetas,
Recordábamos poemas al río,
Se los llevará la corriente,
flotan momentáneamente,
Antes de que se hundan en el olvido
Se los llevará el agua,
Como voces ahogadas en un libro,
Que tal vez, algún día, alguien abra.
II
La tarde volaba
En aquellos ingenios planeando,
no nos dábamos cuenta,
Leíamos textos de Cansinos,
En el aire nadaban como una cometa,
En un corro formado en el puente,
Éramos poseedores de la fantasía flotante,
Entrelíneas, entre versos,
Con la tecnología papirofléxica
Aprendida en el colegio,
Anidaban los modelos
Que más permanecían en el vuelo,
Intentando amarrar aquel evento
Con un candado al forjado del recuerdo,
Aquellos aviones de papel
Plegados como bucles del tiempo
Siguen suspendidos en la imagen
De aquel efímero momento,
Como hojas de cuadernos
Que caen como regalos del verano,
Con su diseño aerodinámico
Que en su levedad permanecen.
Elegía Inesperada a Rafael de Cózar
A veces, el Dolor florece.
Se entierra la muerte
como semillas de la intemperie
Y nacen amapolas negras.
La ausencia se marchita
En esta estación de paso
Donde se despiden los abrazos.
El viaje continúa,
Cierro los ojos y te veo,
Pero tú no estás,
Tu huella atrapada en el vaho
De la pantalla de los recuerdos,
en la ventanilla de la eternidad.
No te olvidan
Los funerales de las lágrimas,
Ni los trágicos impactos
Del duelo de los que abandonas.
Solo nos queda
El humo mortal
De las incineradoras de la asfixia
Tu cuerpo intacto ante el fuego,
Inerte, engañado por los efluvios
De las Luces de cenizas
Del verbo del más allá.
El extintor apagó el aliento,
Pero no las llamas de los libros
De donde sale tu espectro.
PÁJAROS EN LA CABEZA
Pájaros en la cabeza
Revoloteando como golondrinas,
Sangre que se eleva
Enredada en los sueños de la belleza
Como espejos de imágenes
Remolineando en el paisaje de tus ojos.
Siempre andas entre papeles,
Viajero por mundos insondables
Que no conocen nadie,
La huida de tus sienes
Por las ramas de siempre
Y los versos en el aire.
Con las alas vacías,
Donde los deseos se hacen realidad
Y desaparecen después,
Abrazando a la nada
De las fantasías realizadas.
Lejos de las ventanas
Dejándote sentir
El vértigo aleteaba
Como llamas azules
De las plumas paseando
Por postales interiores,
Aparecen las luciérnagas de la conciencia
Viendo como vuelan en tu pelo.
GRITO
Grito y no me oyen, alzo la voz
y no me escucha nadie,
Tengo tantas cosas que decir,
ahogadas en la garganta,
como si hablara una lengua muda,
estoy ronco del aullido de los sordos,
de decir que necesito oídos
que comprendan como se pronuncia un latido
y el pulso que cuenta lo que he sentido
como un testigo de un golpe callado
en el lenguaje de los oprimidos,
Que a veces, estalla
Rompiendo los silencios
Como una bandada de pájaros
Saliendo del nido de los labios.
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