Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 15 de junio de 2015

MIGUEL COBO ROSA [2.094]


Miguel Cobo Rosa 

(Torreperogil, Jaén, 1949), maestro de profesión, ha ejercido su labor docente en diversos colegios de la provincia de Jaén y en Córdoba desde 1976, hasta su jubilación en 2010. Desde muy joven ha cultivado la poesía de forma autodidacta, simultaneándola con la enseñanza. 

En el ámbito de su actividad docente y en relación con la poesía ha participado con sus alumnos en programas como Poesía en el Aula, Contra la Violencia de género y en Cosmopoética. 

También ha realizado recitales en diversos institutos de Córdoba, centros cívicos y asociaciones culturales.

Casi toda su producción está publicada en su blog RIOGRAFÍA, una parte de la cual fue editada con el mismo título por el IES Santa Catalina de Siena y la Consejería de Educación (Plan de Lectura y Biblioteca).

Colaborador en blogs y revistas digitales, así como en el programa cultural de Radio Úbeda, “La Librería”, y en “El Barrero” de Radio Loma (Torreperogil).

Miembro del Ateneo de Córdoba, ha participado en el ciclo Poesía en la bodega y en la Galería de Arte Arc en Ciel de Mayte Béjar.

Ha obtenido los siguientes premios: Primer premio del V Concurso Domecq de Poesía Corta en Jeréz de la Frontera (1987) con «Qué silencio sustituirá tu voz»; Primer premio del I Concurso Literario Ateneo de Jaén (1989) con «Guadalquivir (Metamorfosis del agua y de la luz)»; Accésit del VII Certamen Rosalía de Castro en Casa de Galicia de Córdoba (1997) con «Riografía».

En la actualidad prepara la edición de su «Diario del Funambulista», un exhaustivo dietario en verso publicado en la red social Facebook.





ESTE CIELO DE NUBES PEREGRINA

Este cielo de nubes peregrinas
no sabe si es verano o primavera
mas raudo yo camino por la acera
pensando en tus regiones clandestinas.

No sé por qué en tu obsesión te obstinas
buscando en las esquinas de mi esfera
la araña que en su tela traicionera
enredara tus moscas celestinas.

Entre tú y yo no caben moratorias
ni oráculos que anuncien el futuro.
Acércate y déjate de historias.

Quiero tu boca en el silencio oscuro
donde el amor celebra sus victorias,
la sábana, la noche y su conjuro. 





Nada

Cuando ya no seamos ni recuerdo
del último confín de nuestra sangre.
Cuando al fin se borre toda huella
y no quede ni rastro del olvido
y una montaña de un planeta ignoto
haya negado el eco de tu voz,
ya insonoros el tiempo y sus campanas;
cuando ya desahuciados de la nada
y la estirpe de la especie sea
el espectro de un cromosoma errante,
será entonces, sí, cuando seremos
los dueños absolutos del silencio
que alberga la orfandad del Universo.




Nocturno

“Si alguna vez fui bello y fui bueno
fue enredado en tu cuello y tus senos”
J.M. Serrat ( “Lucía”)


Grave y lenta la noche se diluye
en ti desde tu copa hasta la aurora
dudando entre su luz y tu hermosura
derramada en la sábana. De pronto
la mañana se vislumbra y es tu boca
la que busca mis secretos. Tu cuerpo
se desliza entre la seda como el mar
del amor en tus orillas. Yo, náufrago
nocturno en ti me hundo y en tu sima
profunda me debato contra el amanecer
que te reclama para encender el sol.
Canta el gallo tres veces y reniego
del día y su horizonte. Desnuda ya
no sólo para mí, te rapto desde el sueño
enredado en tus senos encendidos. 




Ciertas noches madura la tristeza

Ciertas noches madura la tristeza
con un lento murmullo de conciencia.
De poco sirve entonces la experiencia
si sólo de la muerte se ha certeza.

Cubre el pensar de dudas mi cabeza
y aun sucumbo a despecho de la ciencia:
Penoso es extraer tal consecuencia
si al cabo todo acaba cuando empieza.

La verdad con palabras se desnuda
y sumerge en el río manriqueño
su concepto, su copla y su sentido.

¿En qué inútil afán el hombre muda
y disfraza su alma en necio empeño
si de su triste fin ya fue advertido?




11 de abril

Apocalipsis now

Sabed
los que esperasteis siempre algún milagro
y la suerte os negó sus beneficios
que aunque sombríos tahúres marcaran vuestras cartas
vosotros también heredaréis la tierra.

*


12 de abril

La noche me ofrece su moneda:
Sueño o insomnio, a cara o cruz.
Mas una estrella me tiende un puente
con la palabra soledad.


*



13 de abril

La muchacha que soñaba al ver pasar los trenes
se enamoró del malabarista del circo Rapuy.
Hicieron equilibrios sobre el hambre y la guerra
de la que incautaron un cañón de armas tomar .
Él era entonces El Hombre Bala
y ella lo disparaba con amor.
Pero en la pista nunca mueren los sueños,
aunque el redoble anuncie un salto mortal.


*



14 de abril

La canción de las notas perdidas
nació en una gota de agua que aún no era lágrima.
Creen los ingenieros aeronáuticos de la NASA
que encontrarán la partitura primigenia
en las planicies de Meridiani, donde un eco
de la eternidad pudo escucharse en sus piedras oxidadas,
según ha detectado el explorador Curiosity.
Pero ellos no saben que yo la he percibido,
como una nota de stradivarius extraviada,
en las noches de amor de los delfines
y de otros mamíferos más evolucionados:
¡A Marte!... (Sólo media un espacio tipográfico).


*



15 de abril

Fue una noche del solsticio de estío
y acababa de traspasar los límites de la belleza
hasta entonces cartografiada en mi memoria.
Las luminarias de los pueblos del valle
eran estrellas rutilantes en aquel mar de olivos.
Sí, fue aquella noche cuando supe que los ángeles
también tienen sexo.


*



16 de abril

Ludismos y otras piezas de equilibrio

Invierte tu sonrisa en mi alegría
Convierte mi alegría en tu canción
Divierte tu canción en mis oídos
Revierte mis oídos en tu voz
Pervierte tu voz en mis almohadas
Subvierte mis almohadas en tu amor.


*


17 de abril

Esta trémula luz azul de río nocturno,
nos cambia las estrellas por un blues.
Si una noche de abril te ves perdido,
no te guíes por ella al regresar.
Espera a que amanezca y mientras tanto,
ámala una vez más.



*


18 de abril

Alguien me dijo:
-Baja y habla.
Pero callo, porque mi oficio es del silencio.
Un silencio cargado de palabras no pronunciadas
para que sirvan de contrapeso
a la monocorde sinfonía del vacío.
-¿Por qué entonces escribes estos versos?
Para traducir el silencio de los locos
que aún me miran y me sostienen en el aire.


*


19 de abril

La alevosía de la nocturnidad
ha perdido a la luna por las esquinas
y lasciva se ofrece al mejor impostor.
Un prolongado aullido
confirma los peores presagios:
Antes de que amanezca, Jack el destripador
será esta vez la víctima.
Los tiempos han cambiado.


*



20 de abril

Hay un vigor cubista
en tus ángulos ocultos.
Mi vértigo en tus vértices
desde donde traza el deseo
sus círculos viciosos.





Blues del tren

Cuando subas al tren para el destierro
anhela que el destino sea irreal.

Quizá te espere Luna en la estación del Norte
y ella oculte su cara para hacerte sufrir.

Saluda a los viajeros que se crucen contigo
(puede que uno de ellos sea tu gran amor).

Deseo que la noche se parezca al viaje:
fría bajo las estrellas y cálida en el bar.

Deja el coñac que fluya de la copa al cigarro,
puede que el alma cambie de estado mineral.

Era un gas venenoso de mordedura incierta
y líquido elemento que te hiciera llorar.

Si es sólido al bajarte procura que sea negro
el carbón combustible de este lánguido blues.

Pero piensa: el más puro carbono que conoces
puede ser el diamante que fue su corazón.





Conspiración de silencio

1

Esperó,
tras una larga noche de trenes
sin sentido,
la llegada del día,
su luz reveladora que venciera al insomnio,
en el último banco
del andén.


2

Más allá de los límites
del infinito,
donde la nada se extiende como un mar
sin nombre,
se encuentra la isla de los sueños
donde habitan los sobremurientes
de todos los naufragios.


3

Vagar
por los confines del vacío
como un suicida
sin solución mortal.
Ir del zahir al vértice
del tiempo
antes de despertar.


4

Sólo el viento del norte
se atreve a contestarme
en este acantilado que precede al abismo.
Olas que son palabras,
espuma de las dudas que rompen
en las rocas
con la furia del tiempo
harto de la soberbia de los hombres.


5

Más vale no nacer,
porque una sola lágrima
anega el corazón
y sus contornos.
Reniego del oxígeno
y sus brisas.
Regreso a la placenta
al limbo
al primigenio cero
de la nada.


6

Donde no escribí nada
y mi voz sonó muda,
fue allí donde la noche
se hizo página del tiempo
y se decanta
gota a gota,
con la lentitud de los planetas desorbitados,
el océano de la sabiduría.

  
  

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