Lola Barea Barrera
Puerto Serrano (Cádiz) 1958. Poeta, y antes jornalera y peluquera.
Dolores Barea Barrera, Lola, nace en la bella localidad gaditana de Puerto Serrano el 14 de diciembre de 1958, es la menor de ocho hermanos y madre de dos hijos.
Lola, hija de andaluces, Antonio Barea y Carmen Barrera. Trabajó igual que sus padres y sus hermanos como temporera en el campo. A pesar del duro trabajo, tuvo una infancia feliz, para ella era una aventura y un aprendizaje viajar a diferentes lugares, vivir y conocer antiguos cortijos, ranchos y algunas misteriosas casonas, pasar por diferentes pueblos y ciudades de Andalucía: Sevilla, Córdoba, Jaén, Málaga, Huelva etc. Donde hubiese una campaña de siembra o su recolecta, allí estaba la familia Barea, ya fuese la recogida de los algodones, aceitunas, fresas, la planta del arroz, entresacar girasoles, etc. Por su modo de vida solo pudo asistir escasos meses a la escuela, apenas sabía leer y escribir.
La naturaleza era y es su gran pasión, pues fue parte de su aprendizaje y eso se nota y se percibe en su poesía. En aquel tiempo no sabía cómo escribir un poema, pero sí sabía lo que podía ir dentro de un poema, por ejemplo, el canto del ruiseñor, la belleza de la mariposa, el perfume de una flor, la danza de la libélula en el aire, el amor de una familia, el sol, la luna, el frescor y rocío de las mañanas, el azul del cielo…, y aquellas mujeres tan trabajadoras.
Con solo diecinueve años y siendo madre de una niña de dos añitos, Lola marchó de Andalucía con rumbo a Cataluña. Una vez allí se puso a trabajar. Fue exprimiendo cada minuto del día y de la noche para sacar tiempo y poder estudiar peluquería.
Pasados aproximadamente nueve años y ya madre de dos hijos, volvió de nuevo a su tierra, Andalucía, donde montó su peluquería y trabajó como peluquera hasta su jubilación.
Después empezó a asistir a clases para adultos en Arte y Cultura de Marbella.
Lola ya tenía escrito algún que otro poema, pero el tiempo libre y el contacto con las letras fueron las que dieron rienda suelta para su inspiración; le pasó igual que a un embalse cuando se le abren las compuertas y, gracias a todo ello, hoy podemos conocer y disfrutar sus poemas. En el año 2012 publicó su primer libro de poesía “La trastienda de los sentimientos” en la Editorial Círculo Rojo.
A los Poetas
que sea bien aceptado el soneto,
como el viento acaricia al verde trigo,
tomar igual que frio toma el abrigo,
y su acento y el verso sea neto.
Y que me dicen del noble cuarteto,
manejado por poetas: Rodrigo,
Alberti, Lorca o Bécquer el amigo
de rimas, palabras de amor y dueto.
No hay cosa mejor que un buen madrigal,
su final entendible, sin igual,
que desea trasmitir emociones.
Quevedo, nos habló de don dinero,
Juan Ramón Giménez y su platero,
Castro Rosalía, Alfonsina y el mar.
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Caminando hacia la gloria
Si llegase a la gloria meritoria,
aquella traspasando fuerte muro
que como plegaría y tal conjuro
deja dentro la flor tan amatoria.
Agitándose dulce en la memoria
dando luz a la sombra y hace lo duro
tierno, con el matiz jovial y puro,
como bravío mar nace una historia.
Alcanzar su presencia de dulzura,
la que ilumina linda y zalamera,
llegando alegremente la hechicera.
Cabalgando o volando tan romera,
Sin detener el tiempo deja su huella,
luna el sol y tú brindareis con ella
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La cita
Huele a sal, a alga y brisa de los mares,
recorriendo su piel y la mirada,
en una espera fiel pero asustada,
deja pasar el tiempo entre azahares.
De rosas e ilusiones se recorre
las calles, entre las historias viejas,
que salen por las ventanas y corre
para librar el amor de las rejas.
Bella luna, madre y la compañera
de las estrellas qué al lucero espera,
la que hace brillar plaza y azotea,
sobre el mar el destello purpurea.
Un palpitar en ritmos cascabeles,
juntándose en el aire de la tarde,
entre suave atardecer deseo arde
en perfume de jazmín y claveles.
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Desde mi casa a tu casa
Desde mi casa a tu casa,
la separa una fuente,
he desgastado mis zapatos,
de tantos paseos que he dado,
para poder verte.
No dejo cuajar una flor,
en los arriates de esos lugares,
para adornar mis negros cabellos
y con ellos poder enamorarte.
Contoneó todo mi cuerpo,
al pasar por tu abierta puerta,
para contaminar tus ojos
con mi belleza.
Que importa los degastados zapatos,
y qué importa que no deje
cuajar las flores en los arriates,
y qué más da los cántaros rotos,
si sus trozos desgranados barro canela,
endulzan las piedras de la fuente.
Que importa,
si con eso consigo enamorarte,
tenerte a mi lado y por siempre vengas
conmigo a por agua a la fuente.
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Junto al libro hay una rosa
en la repisa hay versos, un manojo,
recorre el universo no invertida,
deshojando páginas divertida
perfumada en jazmín y encaje rojo.
Entre texto miró y sin anteojo,
solo una rosa tan introvertida,
deseosa de ser la convertida
vivir entre líneas a su antojo.
Cada uno de los pétalos sostienes,
una historia, que guardas cuidadosa,
curiosas que a los ojos los retienes.
arrugado papel en letra hermosa,
libro y rosa la frescura que tienes,
reposando gentil como tal cosa.
--
La voz que llora
Y tiembla triste flor día tras día,
asomando a la orilla del desvelo
ahogándose con lágrimas de duelo,
porque se le llevó lo que quería.
Cuanto duele la pérdida, mucho,
esa rosa doliente o aquel clavel,
que ausencia martilleando con cincel,
y entre melancolía hoja de serrucho.
Las horas de las brumas sin alivio,
el rocío bordeas por la mañana
e intentas retorcer penas sin gana,
con deseo dejarás el vivir agrio.
Dulces voces que buscan un olvido
y solo encuentra débil el pájaro
sin latido y desprendido del nido,
cayéndose en un sol en gris y raro.
Rodando desde el fondo entre madera
quiere encontrar la paz de la ladera
dejando atrás escombro y sombra oscura
quedarse en el presente y no en locura.
Se hace una eternidad y sin vivir
anclarse en recordar para sufrir
es mejor el seguir por nueva senda
caminar libremente sin la venda.
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Se te olvidó tu corazón
Borraste mis besos con otros besos,
aunque sé, que solo quieres engañarte,
peregrino eres, de ciudad y casas,
de senderos pedregosos y de camas,
se te olvido, peregrino, errante,
de meter en el equipaje tus pensamientos,
los dejaste en mi almohada adheridos.
Solo te llevaste ropas, cinturón y zapatos,
los pensamientos y tu corazón
se quedaron aquí en casa, conmigo.
--
Que nunca te hiera
( Zéjel )
La lengua de doble filo,
púas y larga como hilo.
Dicen: hermano de Abel,
yo digo: solo es un zéjel,
dijeron: es de cincel,
con dientes de cocodrilo.
La lengua de doble filo,
púas y larga como hilo.
Márchese tal como vino,
por la calle del resino.
La vista ve cosas buenas
la nariz las azucenas
en las noches tan serenas,
brindis de bien y buen vino.
Márchese tal como vino,
por la calle del resino.
--
A Federico García Lorca.
La comadre va a la fuente
con su cántaro a por agua,
el amante la está esperando
la está esperando su amante.
Un revuelo de pájaros
Al relinche del caballo
se balancea las ramas
Al compás del romancero.
Cuatro chorros sin descanso
entre las piedras y halagos,
jugos los va derramando
por lirios y jaramagos.
Ya está el cántaro debajo
del chorro de la fresca agua,
la comadre se remanga
los encajes de su enagua.
El caballo bebe y calla,
refrescando su garganta
en el pilón de la fuente
donde se reboza el agua.
--
Nada es eterno
Quien calmará tu angustiada soledad,
si has cerrado la puerta del corazón,
tras que yo pasará de ella el umbral.
Ahora que será de tu solitaria vida,
si has perdido el amor y compañera,
se te olvido nuestra bella primavera.
Jugaste a una libertad de mentira,
Y el jardín se negreció siendo día,
ahora quieres lo que ya se perdió.
Tú no conoces la fragilidad del amor,
si lo abrazas y lo sabes comprender,
durará como la roca dura en el mar.
Se te olvidó de cuidarlo y lejos marchó,
esfumándose como el humo sin más,
así es el amor te da la vida y te la quita.
Ahora solo queda un llanto en madrugada,
busca lo que no tienes ni puedes alcanzar,
porque la vida te quita lo que ya te dio.
--
Soneto para comenzar de nuevo
Abre la puerta del corazón primero
deja que te cubra la claridad nueva,
tira el roto jarrón y lo renueva,
y dices ante el espejo ¡si quiero!.
Todo tiene su bien y su mal, pero
protégete del trueno cuando llueva
de ese retumbar dentro de la cueva,
que hiere el interior con el aguacero.
Sin olvidar, ser compañero y amigo
de ti mismo, igual que la amapola
del trigo, y las estrellas del mendigo.
Déjate acariciar como el frio y abrigo,
Se tu labrador sembrado tú sola,
Y no olvides de ser feliz contigo.
--
A un caballero que escribe versos a las damas
Soy dama y acojo sus versos en mi pecho,
rosas que entrega manos de caballero,
que va defendiendo la igualdad, derecho
de hombre y mujer y deber del mundo entero.
No quisiera estar escribiendo estos versos
pues no es justo que las leyes del señor
la destruya algunos sucios y perversos,
son creadas en el respeto y en el amor.
Usted, parido y amamantado por dama,
que no lo olvidas, y llamas a las cosas
por su nombre: Es corazón de retama,
el maltratador de manos asquerosas.
Si todo hombre tuviese sus pensamientos,
que, en su pecho lleva bondad por bandera,
y donde pisas vas dejando sedientos
pasos respetuosos a su compañera.
Compañero del respeto y hombre de manos
limpias y puras, que utiliza su fuerza
para reunir en amor a los hermanos,
y luchas para que la igualdad se, ejerza.
Mi humilde poema en homenaje quiero entregarle,
mi gratitud, respeto y admiración con usted.
Quitándole la máscara al cobarde y ahuyentarle.
Ante lo expuesto, el poema sea para su merced.
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Melancolía
Dicen que le has dado una entrevista
a la noche,
sentado en la orilla de la laguna,
tus palabras,
se convirtieron en tristes versos,
te has perdido,
dejando pasar las horas muertas
recibiendo…
el incoloro amanecer de la melancolía.
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Observando desde un puente
Viene bajando una agüita clara,
acariciando gramas y piedrecillas
de su orilla, parece que van cantando
parece que van chirriando, mientras
un junco embelesado las va mirando.
Se desperezan lirios juguetones,
al sentirse rozados por la libélula
en tibia y clara tarde de abril,
una brisa suave y trasparente
toca mi pelo y aviva mi sentir.
El sol no se quiere ir adormir,
posado en la alta montaña,
mecido por las ramas de un olivo,
que placer es ver las aguas correr,
por momento me hace olvidar
los problemas míos y de los demás.
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Intensamente
He imaginado un tiempo contigo,
tiempo de sonrisas, de armonía,
de masticar el dolor y escupirlo.
Tiempo de vivirlo intensamente,
abrazados a la alegría y a la paz,
acurrucados en el centro del amor.
Nos vestiremos de ilusión, los dos,
con los vestidos de la renovación,
y nos dejaremos guiar por la vida.
Un tiempo donde nada buscamos
porque ya todo está con nosotros,
en ese tiempo, amor, todo nos sobra.
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Soñar sueños imposibles
Me pregunto que son los sueños, inalcanzables,
pienso que son algún trozo de nuestro futuro
que lo deseamos en el presente y seguro,
para hacer los días de la vida soportables.
A veces me pregunto y la respuesta es un muro,
lejanos, difícil sueños, pero deseables,
alimenta emociones y las hace agradables,
despierta la ilusión y sueño que lo inauguro.
Tiempos de recoger todo lo que hemos luchado
y alcanzar el sueño aunque a veces sea marchando,
pero no me doy por cobarde y menos rendida.
Porque no deseo estancar y apagar mi vida,
nunca permito que sea apagado o dañado…
y aunque muera en el intento moriré soñando.
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Marchó Mayo Florecido
Me gusta la lluvia de mayo,
sus gotas me hacen recordarte,
con su olor a tierra humedecida
y el confundible paisaje brillante.
Hoy no me he puesto triste
a pesar de haberte marchado
pues has dejado con tus soles
tus dulces besos sembrados.
Fuiste amor breve de la vida
morada en los sentimientos
que perdurara por los tiempos
en el alma y mis eternos versos.
Me gustan las tardes de mayo
cuando te escribo un poema,
rosa azul para los recuerdos,
aroma florecida en primavera.
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Guitarra, eres Andalucía
La tristeza puede adentrarse como tinieblas
y agazaparse en el interior pero al acecho,
destruyendo y llevarles muy lejos, al desecho,
pero llega la guitarra y de placeres tiemblas.
Rompes los silencios y las tristezas ahuyentas,
el viento se alegra al juntarse con tu sonido,
avivando emociones como marea aumentas,
acariciando rocas luego quedas ceñido.
Aclarando la sombra cuando el sol a las nubes
empuja, y peinas el azul cielo cuando subes
notas, con seis cuerdas recorriendo la figura,
con dorado barniz y el beso de tu cintura.
Que locura más dulce si te acercas a mí,
así eres tú, la flor del jardín del baile y cante,
amiga de volantes y de manos amante.
guitarra y Andalucía unidas vais entre sí.
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Criaturas Extrañas
Ahí, en ese punto que envuelve lo misterioso,
rozando la ficción o del misterio el deseo,
un gran descubrimiento ante lo extraño y curioso,
se adentra igual que murciélago en grieta al museo.
Ese Patrón de Criatura Extraña en Coliseo,
su cuerpo con alas y de rostro caprichoso,
lo extrae unas manos de su hábitat defectuoso,
sacándolo a la luz y contemplar de él lo hermoso.
Con esa figura ante los ojos llamativa,
entre insecto volador y humano con defecto,
confunde la naturaleza años tras años.
Son seres deformes con imagen creativa,
que hacen interesante en el tiempo su trayecto,
son “ángeles” hijos de los cuerpos extraños.
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Caudal de delicia para la vida
En sonido de música te siento
cuando tu corazón dulce tesoro
trae tal dulzor que tanto atesoro,
acumulando con amor y tiento.
Entre frio temporal de nieve y viento
danza en llama del deseo y te adoro,
rompe silencios un beso sonoro,
y se funde tu aliento con mi aliento.
Se presiente un caudal en el camino,
de dibujados sueños y palabras
con el fin de salir de ente la niebla.
De la luna su luz de brillantina,
en la noche los violines y una hebra
que le siembra un feliz final destino.
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Cayendo la tarde
Cayendo la tarde me visita tu recuerdo,
voy viendo en tus limpios ojos, lo que ya se ha muerto,
suelto amarres de la baranda del viejo puerto,
navegando en contra, y de la vida en desacuerdo.
Las paredes son pastos, y anclada en el desierto,
buscando, me despierto, y en la nada te pierdo,
mi alma ambula en la soledad y aroma del nardo,
¡marchó la negra noche! se asoma un día incierto.
Mi corazón es un barco sin timón ni vela,
ni el mar salado ni dulces aguas lo consuela
varando sus latidos en lágrimas y arenas.
Quiero desatar del viejo puerto las cadenas,
navegar en sueños de tu cuerpo de canela,
volver a recordar, y tenerte, aunque me duela.
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Un libro para el desvelo
Cuando me pierdo sigo mi instinto
y me guio por un nuevo azul cielo.
Noches negras del retinto negro,
sueños lluviosos que mojan el suelo.
Un desvelado pensamiento que va
deshojando aquel viejo libro misterioso,
por años en un baúl reposando estaba,
y el tiempo lo hizo añejo y más hermoso.
Lo abro como abro la puerta en la mañana,
me ha abrazado su luz, sin pedirme nada,
regalándome un camino de paisajes
de flores azules y con fresco perfume.
Ya la mariposa en el aire sus alas danzan
se posa entre los pétalos de la rosa blanca,
yo la imito me balanceo en el columpio,
alimentándose mis sentidos de un aire limpio.
--
Verdiales malagueños.
Este año compadre
voy a los verdiales
llevo coplas conmigo
para a ellos cantarles.
Aunque me lo prohíba,
te espero en los canales,
no hay en tierra ni mares
más lindo que los verdiales.
Dicen que rondas a otra,
siendo yo tu noche y día
yo no quiero creerlos
que tienes a otra escondía.
Entre Marbella y Fuengirola
hay un barquito varado,
es mi enamorado corazón
que por ti se ha extraviado.
No entiendo de rencores
aunque de ti hablen malo,
lo que se está criticando
Yo lo vuelvo en multicolores.
--
El vuelo de la cometa
Ya están las amapolas en el valle,
En mi jardín las rosas y dalias,
en la fuente de la plaza una paloma
bebiendo de sus refrescantes aguas.
Hay un árbol en mi patio, florecido,
su sombra es dulce como el caramelo,
con sus lindas blancas flores,
que alegran las miradas y el alma.
Ya los trigos están verdeando,
dispuestos a resistir las tempestades,
El viento y la lluvia serán sus caricias,
la brisa y el sol serán su maquillaje.
Miro hacia el cielo en cualquier noche
y veo la belleza de las estrellas,
todas ellas con sus brillos encendido,
acompañando hacer a la luna su ronda.
No hay cosa más bella que sentirse libre,
libremente como el mismísimo aíre,
por eso vuelo con mis pensamientos
sin dejar que unas manos me los sujeten.
--
Desafiando al miedo
Yo soy, la que nunca quise ser,
una triste margarita, que vas deshojando una y otra vez.
Soy, tu juguete odiado en la noche.
Eres luz para la gente y juegas a ser hombre competente.
Yo soy, en casa una bayeta usada.
La muñeca aviejada, que vas despreciando con tu mirada.
Soy, aquel brillante ya degastado,
de tanto ser pulido, por un pulidor llamado martirio.
Yo soy el silencio de las palabras rotas, cuando abres tu boca
con voz ronca en palabras hirientes.
La que lleva el reflejo del miedo en la pálida cara y tiembla...,
cuando siente la mano del cruel.
La que un día de valentía me arme
y al miedo desafié, marchando lejos donde no vivía él.
--
Noche de Serenata
Dibujé un trébol en la noche,
resultó en movimiento,
con la música florecida
parpadea en luz clara,
en la trasparente ventana
como flor que atraviesa
el alma, en la noche deseada.
Con el viento se eleva
tu sueño, hacia las estrellas
donde está el cielo eterno.
En tú llamada de la aurora
y un búho mira y canta
al balcón de la noche dorada,
se va imaginando a ella
entre las sábanas soñadas.
Un deseo entre emociones
en tibia brisa en cierta noche,
luciérnagas de luces,
se preparan en sus cortejos
entre la ternura y el misterio.
Se balancea y tiemblan
capa abrazada a la guitarra,
las gargantas gorgorean,
para elegida y amante dama,
este amor en serenata.
--
Estrenar una vida
Yo, necesito estrenar otra vida,
la que he perdido en el camino
no he sabido vivirla.
Aunque a veces, solamente a veces,
me ha sido mansa,
otras se me ha vuelto tormentosa,
amarga y rancia.
Yo sé que no he sabido aprovecharla,
por eso es que hoy quiero empezar
una vida nueva…,
flamante, para yo poder estrenarla.
--
El final de la nada
Dice que llega la muerte hurgando en la basura,
dándole honduras al tropiezo con la conciencia,
con día pálido y el cuello enredado en la cintura
vas acortando la alegría y alargas la distancia.
Que importa la ignorancia cuando nadie te mira,
qué más da si el mundo de revés y sin defensa
con unos hijos sin saber que es una despensa
y solo la esencia de la espigas la remira.
Que pequeño allá a lo lejos en el horizonte
donde la nada de la nada duerme sin nada
bordeando el mundo igual que un infeliz polizonte
dejando marchita la huella y tu sombra enlutada.
Desroñada dicen que te han visto entre las zarzas
sin esperanza y vestida de punzante espino
y desnudando las estrellas de sus bellezas
acabas dando triste final a tu camino.
--
Me voy
Me voy lejos del llanto,
donde poder olvidar
mi desencanto.
Iré buscando un lugar
donde mi vida
de nuevo encontrar.
qué más da o norte o sur,
solo necesito un sitio
donde no estés tú.
Me voy lejos a la aventura,
Por ríos o mares
por monte o llanura.
Me voy lejos del llanto,
a ciega y locura,
pero me voy, me voy.
--
Suspiros en el aire
Se te atora entre corazón y el alma,
el vivir que te pesa y duele tanto
olvidándote como suena un canto,
te arrastra y lentamente te desalma.
Clavado entre arena como la palma,
cerrando el corazón a calicanto
perdiéndote de la vida su encanto
y adentrándote en el pozo sin calma.
Pájaro sin árbol para anidar,
que vas buscando un refugio al azar,
como mendigo sin migas de pan.
quieres sostenerte igual que cometas,
y que eres de las torres las veletas,
que dan vueltas pero nunca volarán.
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Horas tardías
Y, hoy me llegó un recuerdo del ayer viejo y seco,
ya no quiero ni me interesa ni me seduce,
aquel beso de fantasía que no produce
ni emociones, lo arrastró el tiempo dejándolo hueco.
No quiero recordar palabras de vientos y eco,
retumbando en los oídos se adentra y conduce
los sentimientos al llanto, y sin salida el cruce
tomando del desvío el barrizal o el reseco.
Yo quiero. Solamente quiero recordar dulces
momentos, yo quiero olvidar los momentos largos
retumbando en mis días haciéndolos amargos.
Y, si hoy llegan recuerdos los rebozos de mieles
los revisto con perfume de olvido y claveles
los recibiré dulces, los tomaré redulces.
--
Lo que tú vales
Como puedo hacerte ver, cuanto tú vales,
que tus sentimientos son enredaderas
que trepan por el amor y cariño.
Bello tu interior como rosas en sus rosales,
pura te entregas igual a flor de la pradera,
repartiendo dulzura como un niño.
Qué decir del respeto, si tú ya lo aprendiste,
Y de la maldad, tú la volviste invisible,
regalas tu amistad y una sonrisa al azar.
Aquel resplandor de enero con el té rendiste,
te vieron como creciste creando apetecible
sueño cubierto de blanco azahar.
Ya dulce aquella tu lejana melancolía,
que cada día la bordas con la ilusión,
y la pintas de eslabones de oro.
Estás enamorada como de la vida la poesía,
lo dice la luz de tu mirada y de tu corazón,
y lo notan que tenerte es un tesoro.
--
Primer amor
Me gusta cuando me miras y tu boca
provoca hermosa sensación que rebosa
el corazón con alas de mariposa
se va posando en árbol de rama loca.
Me agrada nuestro silencio cuando choca,
revoca la palabra tan deseosa
llegando a los oídos y allí reposa
atrayéndolo el beso que se convoca.
Va apagando el llanto y nace esencia pura
reteniendo la alegría y manteniendo
a flote el aroma del amor intacta.
Si hay cura en la herida y herida con cura
que haya sido anteriormente provocada,
y hay personas iguales con vida exacta.
--
La golondrina que le gustaba aparentar
***
Érase una golondrina delicada y fina,
y por querer quería aparentar lo que no era,
jamás se instalaría en el rastrojo de la era,
se instaló en elegante rincón de bella ruina.
en lujoso lugar se sintió diosa y divina,
de negro y pico en altavoz pregonó grandezas,
al escuchar la fortuna todos de cabezas,
aves en avalancha queriendo ser vecina.
los arqueólogos viendo la invasión dañina,
entre barro y arañazos, dieron la voz de alarma
usando el escobón, ruido y manguera como arma,
ahora tiene que volver a empezar la golondrina.
Moraleja.
Pregonar falsa fortuna es síntoma de envidia.
No hay peor pecado, ser ligera de la lengua.
Fantasear con las mentiras puede ser que el agua
de la manguera limpie mentira que fastidia.
***
Fábula en cuarteto alejandrino.
--
Como el pájaro
Como el pájaro que vuela sin tino
posándose en retama silencioso,
intenta alcanzar la altura del pino
y sentirse seguro y poderoso.
Dejando todo vuelo misterioso
guiado por su instinto y libre trino,
desafiando los miedos sale airoso
hasta retomar un nuevo camino.
Sin dejar que la mar y sus corales
la entrara en sueño profundo y eterno,
del infierno se adentró en la frescura.
Sin miedos ni temor a la ventura
pasando por el frio al cálido invierno,
llega al destino, en árboles florales.
--
(Ovillejos)
Quien fue mi gran rival
mi igual.
Quien quitó perdición
la razón.
Quien venció la pereza
La fuerza.
Hallándose en riqueza
tomó inquieto destino
acabose en dañino.
Mi igual, razón la fuerza.
**
Te lo diré en ovillejos
desde lejos,
de letras sabor delicia
tus caricias,
con el amor ambicioso
tan grandioso.
Tomaré tu amor sabroso,
el aire trae en primicia,
del deseo y sin malicia.
Lejos, caricias, grandioso.
--
Un balance
Vida ¿Tú que me has dado? Trébol y espina.
Ternura y piedra... Sequía. Sed. Fuente.
Perdidas sin volver. Alas de golondrina.
Llaves sin portal. Esqueje de rosal floreciente.
Me has dado del amor la dulzura de su miel,
del desamor la amargura de su hiel.
Corazón rozado por un engañoso sueño,
quedando herido, dolido, asustado, pequeño.
Relámpagos y truenos en la montaña.
El silencio. La soledad. Solitaria. Ermitaña.
Paraíso perdido, encontrado. Rosa y clavel.
Despedidas sin querer. Anhelo y olvido.
Aguas cristalinas. Estanque. Valle florecido.
¡Caminar. Buscar. Luchar. Éxito. Laurel!
--
Aíre de nobleza
Cuando la nobleza llegó y se hizo hombre,
y antes que la mentira predominará la razón,
no hay desamor ni olvido que no sientan hambre
de curar sus profundas llagas del corazón.
Mañana si la valentía te llega con confianza
y te cure con dulzura tu cansancio y dolor,
nacerá como nace una nueva esperanza,
abriéndose como en el día se abre una flor.
A veces se presenta en el aire camuflado
con el suave perfume de sueños deseados,
adentrándose para el alivio del angustiado,
y necesita salir como versos ansían ser liberados.
Ahora que llega como trepadora enredadera
de campanillas azules y tallo erguido y triunfante
que se aferra en camino como fiel caminante,
y deja de ser inalcanzable para el noble que espera.
--
Leyendas
Dicen, que de aquel túnel
se escucha unos suspiros,
y en lirios del río sus
lágrimas se han convertido .
Dicen que van volando
nubes con alas blancas
y esparce por los prados
margaritas deshojadas.
Dicen que en la noche
se refleja su figura en la
charca y baja un lucero
a beber de sus aguas.
Dicen que en la vereda
pasean huellas descalzas
descansando en la cuneta
entre rocío y escarchas.
Dicen.....
--
Homenaje a la poesía
Hoy solo puedo hablar en poesía,
como si fuese tango, gusta tanto,
se escucha en lejanía igual a un canto
derramando en mi piel su melodía.
Un homenaje bien se merecía,
por su magia, alegría, pena y llanto,
cuantos sueños y fantasías, cuánto
amor entre los versos me envolvía.
Se percibe el trinar en el poema,
y Se recibe el silbido del viento,
como llama de candela que quema.
Alimentando el bien y toma asiento,
se posa como pájaro en su rama,
se instala y luego vuela tan contento.
--
La hija del pescador
¿Una historia en un soneto? Que cuente.
Yo lo voy intentando entre verso y verso,
larga es, no cabría en el universo,
se me ocurre una cosa de repente.
A contracorriente pero paciente,
a escribirla yo la empiezo y converso
con el protagonista tan perverso,
de inteligencia y corazón carente.
“La hija del pescador” se enamoró
del polizón, que embarcó por error,
por la borda el pescador lo arrojó.
Se dice: que, hay una sirena llorando,
y el pescador entre miedo y terror
cuando la sirena lo está mirando.
--
Remontar
Ya lenta pasan mis horas,
en busca de la eterna tarde,
queriendo alcanzar la aventura,
y dejar atrás mis soledades.
--
Quisiera tener…
Quisiera tener alas
Para volar hasta ti
entregarte una flor
y decirte: vida mía
eres mi gran amor.
Fuimos lirios y rosas
Un jazmín en maceta
mariposa de seda,
en el jardín la luna
de plata deliciosa.
--
Las flores del Sur llaman
*
Las flores del Sur lanzan
sus perfumes al viento
quieren llegar donde estés tú.
En el patio de mi niñez
hay tres rosales sembrados
adornando los arriates
con sus rosas de terciopelos
y el blanco de los azahares.
Voy destrenzando guirnaldas,
con mis pensamientos,
y lanzo mis palabras al viento,
para que llegue pronto
a mi pueblo Andaluz.
Hay una dulce fuente
en la plaza de mi pueblo
arriate de claveles y margaritas,
y los mocitos paseando
de la mano de las mocitas.
Voy adornando mi corazón,
con ramito de blanca flor
de la olorosa albahaca,
y para mi pelo ramillete
de jazmines y de esperanza.
Escribo el libro de mi vida
paso a paso día tras día,
antes que llegue a su fin
quiero estar en mi Andalucía.
Roto
Todo pasó tan deprisa,
que no nos dimos ni cuenta…
de nuestra muerte,
de pronto se detuvo la actividad,
cuando tú pusiste tus condiciones,
y yo también puse las mías.
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Vuelta a empezar
*
Te puedo asegurar, y perjurar
que lo mío no fue puro teatro,
aunque oigas, escuches,
por el aíre lo contrario,
pues he invitado una vida
para nuestra escena
y he cubierto la tumba
la de la muerte y mentiras,
con tierra, cemento y piedras.
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Hoy te quiero soñar
Hoy, me he inventado un lugar,
donde tú estás conmigo,
salgo a la calle…
donde se evapora mis sueños,
y llega el estremecedor frio
de la triste realidad,
por eso, hoy te quiero soñar.
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Mal uso del ego
A pesar de tu olvido,
yo te sigo amando,
es para mí un castigo,
y un alto subidón
para tu ego roído.
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Indiferencia
Sí, he querido matarte de amor,
tu indiferencia no te ha dejado,
el amor como es tan frágil
la pena lo ha evaporado.
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Hablemos de paredes
Hoy he decidido marchar de mi antigua casa,
y he dejado tras de mi la calle de mi infancia,
con rumbo hacia la calleja de la vieja tapia
donde cuelgan ramas de rosales florecidos.
Ya la blanca cal se ha vuelto verdosa, cubriendo
de humedad las paredes de la casona en la huerta.
La higuera sembrada por la abuela ha traspasado
sus raíces la alberca, el corral y suelo empedrado.
El eucalipto que da sombra al porche del rancho
ahora llega su ancha y larga sombra hasta el pozo
que traviesa la vereda en los cañaverales.
La pared de las caballerizas del cortijo
Se filtra agua salitrosa y están desconchadas
de las viejas capas de pinturas amarillas.
Un muro del patio en el colegio con forma de arco,
lo pinta un pintor, unos barrotes de blanco y
otros de más abajo en azulado cobalto.
A la salida del pueblo hay antiguos molinos
de paredes ásperas amarillas, redondas
donde molían trigo y empolvaban de harina
calles, árboles, puertas, umbrales y ventanas.
Enorme ciudad donde vives tú, y vivo yo
tiene un rasca-cielo en el último apartamento
lo ha alquilado mi hermana cuando la visito
siento vértigo cuando miro por su ventana,
y tengo miedo soñar que salto la tapia.
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Hasta nunca
Te has ido sin decir adiós,
sin un beso en mi mejilla,
ni una palabra de amor,
para poder vivir en paz
después de tu partida.
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Te adoro
No hay en todo el universo
más belleza que la tuya,
me siento morir de placeres,
cuando de mi estas cerca.
Tu amor brilla como el oro.
Eres mi vida, eres mi tesoro
Por eso te amo, te adoro.
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Te quiero tanto que…
Hoy no quiero tristezas,
no sea que te contagie,
y conmigo te mueras.
Te quiero tanto que…
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Todo empieza y todo acaba
Todo lo bueno tiene su principio,
como fugaz excursión a la gloria,
como principio tiene la inagotable
y malvada sombra.
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Viento de cristal
Ay, viento de cristal
que va llevando arenas
entre viejos caminos,
sin cuerpo y sin aliento,
ni color y sin control,
esa ventisca con aroma
de mar y desbocado
por el fuerte temporal,
del viento de cristal.
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A Miguel Hernández.
*
Han pasado tantos y largos años…
de aquellos eneros en su ventana fría,
ya no están aquellos zapatos de cabreros,
que de niño con tanta ilusión él ponía.
Van caminando seguro por los mundos,
pregonando la belleza de su poesía.
De gloria de han vestido sus versos,
cumpliendo la libertad que él quería,
van volando por los azules cielos,
y bajo la tierra sus penas escondidas.
En aquella su ventana, ya han dejado
de tener escarchas y fríos sus abarcas,
han brotado verdes rosales, florecidos,
cubriéndolos ramilletes de rosas blancas.
(De “La trastienda de los sentimientos)
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Andalucía.
Amor es toda Andalucía
Nacida para crear la paz
De dulzura y sencillez y
Acariciada por la mar.
La luz y alegría es su sal
Untando los días de miel.
Corazones andaluces de
Ilusiones hombre y mujer,
Amabilidad y simpatía es
el sello de ANDALUCÍA.
(Acróstico, “La trastienda de los sentimientos)
Amigo Fernando, que sorpresa más agradable me he llevado, le diré que no tengo palabras para agradecerle su homenaje a mis humildes poemas, desde mi corazón le doy las gracias, desde este momento cuente con una amiga, muchísimas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lola Barea.