RAFI GUERRA
Poeta. Córdoba.
Nacida el 17 de octubre de 1965 entre las bellas calles de La Judería, cordobesa. Ha publicado el poemario: La voz que escuchaba su eco, sentada en el filo de unos labios, 2015
La brújula que encontró el norte
Tu mano
en mi vientre,
el pincel de tu pulso
dibuja la tela fina
del contorno de mi cuerpo.
Hablan los sentidos
y descubro
la precisión de tus dedos
rozando el borde
de mi alma,
que penetras,
y me dejo llevar
sin protesta.
Cierro los ojos,
mi mano
toca tu frente
y camino
por la calle
que se volvió arcoíris
en la brújula
que encontró el norte
en las cuerdas del arpa
de tus rodillas.
Las lágrimas
que recorrían mi cuello
llegaron al papel secante
de tu beso.
Recito
el fragmento de tu obra
con mi lengua de fuego,
toco el timbre
de tu puerta,
entro,
a esta hora de la noche
refresco mi pelo,
lo acaricias
y canturreas melodías,
besando el tiempo
del mismo libro de poemas
que ya escribimos
desde muy dentro.
Y PREGUNTAS DÓNDE VOY?
Entre campos y nubes
blancas
bañadas de sol
con alfombra de hojarasca,
gentes al cobijo de olivos
cargados de vida.
Me asomo
a la nube blanca,
respiro,
el aire huele a mañana
vestida de poesía.
Para el tiempo y continúa
entre raíles
que suenan a pasado,
y el río navega...
en sus bordes aprieta
por la cintura
a unos pasos
que juegan en los charcos
de la orilla.
Ya busco la flor que renace,
encuentro el polen
como abeja amarilla,
lo guardo en la colmena
que colgué en mi mochila,
de azul aguamarina,
de verde oliva,
labrando la tierra
con manos campesinas.
Y preguntas dónde voy...?
A cultivar la semilla.
SOY PERSONA
Un corazón cosido del revés
se asoma al balcón,
(sobre el cuerpo, su bata azul celeste)
para roer los huesos de los enigmas
de cerebros huecos y manidos.
Tal vez en algún lugar
alguien que pasa más hambre
que yo, despierte
y deje de quemar libros
en las hogueras y aprenda a leer
y se le hinchen los labios de besar.
Hay almas con alergias y sarpullidos
que se declaran asesinas del amor,
culpable te nombro por agujerear
los espacios de otras almas
que aman como yo.
Desgañita una voz
que se mira en un escaparate
cuando ve reflejado el odio del mundo
y abriendo sus fauces negras
traga las blasfemias aladas,
corre por la calle vecina y grita:
¿Acaso no es nada el amor?
Dejad de derramar sangre,
bailad la danza desnuda,
y alcemos un monumento al hombre
que eleva su voz y canta...
¡Ante todo soy persona!
Y TE LLAMO POR TU NOMBRE, LLUVIA
Llueve...
Etérea llama volátil lluvia
lengua de agua
lamiendo el silencio del alma,
besa la sien con arrullos de amor
moja los pliegues de la cara,
me agarra los dedos y me hace el amor
entre gotas cristalinas,
plateadas.
Mojas los ojos pero no la mirada,
no te opongo resistencia
guerrera de turbulentas aguas.
Te preparo un café cálido y fuerte,
nos sentamos y me hablas
de tu entrada sutil , in crescendo
de tu ritmo agitado de fábulas
y miramos las velas a través de las tazas.
La voz llevas rota entre aguas
rayos y truenos te acompañan
en tu feroz batalla,
pero no asomas tristeza
a pesar del odio que en algunos provocas.
Acaricias nerviosa los hombros,
transparencias sobre la ropa,
vaso de agua en la tormenta
a grandes sorbos esparces
sobre la tierra sedienta.
Las moscas se refugian
en los huecos de las casas,
escribo, con agua de lluvia en el pelo,
los pies descalzos, mojados
y de fondo un piano que marca
la suave melodía de tus aguas.
Me divierte escuchar
los infinitos sonidos de tus gotas.
UN VIOLÍN DESAFINADO
Se agotó la pasión
de unos labios putrefactos
ante la realidad presente.
Tormento de un poeta
las almas vacías,
incontables ellas.
El aire queda pasmado,
guarda las imágenes
¡No palpites así!
Susurro.
La tierra calla.
El hombre vomita muerte
sobre unos labios que lamen
heridas abiertas soltando
salivas saladas.
Yo no tengo la culpa
de tus ojos vacíos.
Tal vez un día en el universo
crezcan flores.
UN DÍA DE ESTOS
Revientan las palabras
en mi garganta,
nunca comprenderéis por qué.
Por las pedregosas calles
caminan sigilosas,
se retuercen por los puentes
se contonean por el llanto
de un cielo desconsolado,
en la mueca de una nube
se sientan y esperan
a que la ciudad esté de fiesta.
Se pudre la ciudad
bajo los pies descalzos,
un último grito escapa de mi boca
por salvar un alma,
rugen los cristales enfurecidos,
no quieren ocultar los abismos.
Invento un rompecabezas
de palabras nuevas,
las añado al diccionario
pero no entran,
mientras la gente no comprenda
que hay que entregar el alma
y se dejen de robar los corazones.
¿Qué te importan los flecos de unos versos,
si sigues siendo esclavo del silencio?
POEMAS DEL METRO
(Donde el tiempo se altera…)
“MASSARROJOS”
Sobre barandas
resbalando versos,
he parido en el metro.
El acústico me avisa
tu llegada,
la multitud queda
difuminada,
entre vías
mis dedos te reclaman,
hoy tus besos
saben a madrugada.
Rayas blancas
sobre pasos huecos,
nos acercan al espejo
de dos Almas,
su reflejo nos devuelve
el beso,
la caricia,
la calma,
y nos hace volver
nuestra mirada,
a la estación de metro
que parió el verso,
transformando
en poesía una parada.
Muy agradecida de encontrarme en su blog, un saludo.
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