Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 5 de junio de 2013

1714.- RICARDO BERMEJO ÁLVAREZ


RICARDO BERMEJO ÁLVAREZ 
Nació en Fuente de Cantos (Badajoz) en 1961. Reside en San Fernando (Cádiz).

Ha publicado los libros de poesía: Método del recuerdo (Alcalá la Real, 1986), Erosfobia (Ed. Bahía. Algeciras, 1987), Hégira nocturna (COE Badajoz, 1988. 2ª ed. Diputación de Badajoz, 2003), Diván de atisbos y contemplaciones (Diputación de Granada, 2001), Diván itinerante (El Ermitaño. El Puerto de Santa María, 2001), Silencios que contarte (Col. Pastora Marcela. Campo de Criptana, 2001), Delirios conversos (Ed. Trea. Gijón, 2002), Diva vida (Ed. Pre-Textos. Valencia, 2003), Risalat (Ayuntamiento de Lepe, 2003), A ras de mundo (Diputación Foral de Álava. Vitoria, 2004), Los sitios y los dones (Ayuntamiento de Manzanares, 2005), Fundamentos portátiles (AC.Tosiriana. Torredonjimeno, 2006), Vos mediante (Ayuntamiento de Lepe, 2006), Vulnerable a la luz (Col. Provincia. León, 2007), El que cuenta las sílabas (Ed. Denes. Col. Calabria. Valencia, 2008), Bisontes en la cueva de la voz (Diputación de Soria, 2010), Amagos & impromptus (Ayuntamiento de Vélez Málaga, 2011), La raíz perpleja (Ayuntamiento de Bujalance, 2013) y Rendezvous (Ed. Aguaclara. Col. Anaquel. Alicante. En imprenta).

Asimismo, es autor de las plaquettes: Reversos de amor (Ayuntamiento de Reinosa, 2002), Gama de sombras (Ayuntamiento de Espiel, 2007), Recado de existir (IES Suárez de Figueroa. Zafra, 2010) y Bumeranes (Ayuntamiento de Reinosa, 2011).

Ha obtenido, entre otros, los premios de poesía: Arcipreste de Hita, Bahía, Ateneo Jovellanos, Gerardo Diego (Gobierno de Cantabria), Ernestina de Champourcin, Gabriel Celaya, Antonio González de Lama, Leonor, Mario López y Paco Mollá.




Desarrollo insostenible

Cuánto hemos crecido:
casi tocamos ya
con los ojos
el suelo.

     "Bumeranes". Reinosa, 2011






Ideas? What ideas?

Los poetas lamen los atributos fríos de sus musas agrias. 

El horror se declina
y las filosofías
regentan el burdel del disparate:
la palestra sintáctica donde se espulgan dogmas
y se cursan con hache
comodines de asombro
(aaaH la esencia, oooH el ser).

Moja sobre llovido
y todo es ocurrencia,
latinidad, pleonasmo.

Ramonear la sarna
parece greguería.

¿Falta espíritu crítico?
¿Sobra estómago práctico?

Las pitonisas tienen
muy poco que añadir a su evidencia                                         
(casi siempre una pizca
menos de maquillaje y más de higiene).

A ciertos individuos
se les encoge el sexo cuando llueve                                                           
o tienen que mojarse de verdad.

Pensar ya no se trata
de un hondo simulacro
o una superstición.

Eran doce más uno en el cenáculo.

La libertad no tiene paladines
ni socios accionistas,
pero algo hay que vender.

Paleontólogos buscan
en las mondas del mundo
preservativos rancios
que expliquen los idilios.

Un casto silogismo
acaba en que manzana es tentación.

Nada es más tentador que el pensamiento.

Y  la idea se escabulle, como sierpe,
en su lenta y fatídica escritura.

             (De "A ras de mundo". Vitoria, 2004) 





Tal vez dudar, firmemente dudar,
como si lo supieras desde siempre
y para siempre

                     o porque no te baste
la única certeza con que cuentas
para el perplejo viaje de tu vida.

No hay vuelta atrás. Lo sabes. La memoria
es el rastro que dejan los asombros,
un síntoma también de que se pierde
candor por el camino;
                                                   pero dudas
que sea quien recuerde el que recuerdas.

¿Y qué podrías hacer
                                             sino seguir
saboteando tu angustia con palabras
empapadas de luz?

Y es lo que haces:
firmemente dudar, tal vez dudar,
como si en cada sílaba emprendieras
el viaje de nuevo

               o como si
con un golpe de tos desordenaras
el puzle contumaz de tu certeza.




                    
Contra toda emoción contradictoria
elevas una queja formal en apariencia,
un coherente pronóstico que rara vez atina,
que rara vez no acaba asumiendo lo contrario,
poniéndose de parte de un omnisciente error.

Se tarda en aprender el inefable código
de las contradicciones.
                                                    Se tarda demasiado;
pues siempre hay una brisa que borra las señales
a medida que toman altura y sólo queda
el ingrávido intento de convertir el humo
en insurgente aviso para hondos navegantes.

Más tarda en comprender el pensamiento ardido
que un fuego sea el origen de las nudas palabras
con que das testimonio de tu precariedad.

¡Qué terca paradoja: consagrarte al vacío
que te colma, nutrirte de su ignota sustancia
y no saciarte nunca en el profuso ágape
de tu existir perplejo!

                                                           Del libro "La raíz perpleja" (Bujalance, 2013)





El grito

Litografía "El grito". Edvard Munch
 aprieta los dientes
sujeta tus latidos -desesperadamente
ingenuos- con las palmas de tus manos

no seas en vano
vasallo de tu miedo

pon siempre una palabra un desafío
en la llaga que acercas a tu dedo

y grita hasta sentirte tan vacío
y tan solo que comprendas


("Diván itinerante". El Puerto de Santa María, 2001)






DE POEMAS PARA LELOS



Dábale arroz a la zorra el Abad

La historia de la zorra y del abad
me la contaron en la arrocería
del paseo marítimo. Tenía
por costumbre creerme la mitad
de la misa. Ahora, la verdad
sea dicha, al cien por cien me la creería:
¡tan bien ilustra la palindromía
lo reversible que es la Humanidad!
Terminaba – ¿te acuerdas?– con que ella,
hastiada del sabor de la paella,
pidiole un día arroz con bogavante.
El abad, que lo era de cartujos,
se remangó y le dijo sin tapujos:
tú tampoco eres ya zorra bastante






Antipanegírico

Se lo montan de fábula de Esopo,
son supermegahiperfascinantes.
Exorcizan los tedios estresantes
con ensalmos, taichíes y guisopo.

Ungidos por la sombra de algún chopo,
escriben cuchufl etas epatantes
para un dominical: prosas mutantes,
muy poca jaca para tanto jopo.

Benditos sean tan ínclitos fulleros,
por llenar el vacío de agujeros,
y abarcar mucho y apretar bien poco.

Loor a este divino devaneo
del arte que se apunta a un bombardeo
y le echa las culpas al siroco.





Fe dee rratas

En donde dice: el falo del jurado,
debe decir: el fallo. En la expresión
“al fi nal se levan– ta”, quitar guión
y añadir “acta” (que es lo levantado).

Donde reza: los miembros han follado,
conjúguese “fallar”. En el renglón
siguiente, hay que añadir “satisfacción”
justo después de “han manifestado”.

Léase “el acta”, si fi gura “el acto”.
Sean “las cinco”, cuando diz “la hinco”;
y “mes de agosto”, donde “más a gusto”.

Y dese fe de lo que quede intacto,
después de corregir con tanto ahínco
y antes de que el teclado dé otro susto






Accesinato

Llegó el primero, puro e inocente,
bajo seudónimo y por octuplicado,
a dos espacios su interlineado,
numeradas sus hojas fatalmente.

Ningún otro poemario presentado
lo superó cualitativamente.
“¿Trece páginas...? ¡Diosss... Cómo es la gente!”
– farfulló el que partía el bacalado.

Y habiendo – como hubo– lo que había:
una unánime inane minoría,
literalmente, perpetrando el fallo;

accesinaron la mejor poesía
(¡mala suerte!) y premiaron la valía
lingüística de algun@ que me callo.






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