Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

martes, 8 de julio de 2014

EVA GARCÍA MADUEÑO [2.033]


EVA GARCÍA MADUEÑO

Eva nació en la ciudad de Málaga, España en el año 1964.
Es poeta miembro del grupo virtual de poesía Desde el alma.



Fragilidad

Oigo el crujir de las hojas caídas,
el murmullo del manantial,
el batir de alas de la libélula.
Oigo el susurro del aire que se
escapa de mi pecho,
suspiro dentro del suspiro del bosque herido
y anido dentro de su corazón.

Siento su latido,
oigo su gemido.

A través de sus ojos
contemplo la luz del sol
tamizada por el manto dorado
que se resiste a desprenderse,
a caer y desaparecer.

Soy consciente de su fortaleza
y de su fragilidad.





Me quedaré en otoño

Me quedaré en otoño,
ya lo he decidido.
Guardaré sus hojas doradas en mi bolsillo,
romperé el calendario, apagaré el mundo
acondicionaré mi cueva para que no entre el frío
y dormiré desnuda,
cubierta sólo por el deseo de sol,
por la quietud que anida mi corazón.

Cerraré los ojos y esperaré...
la primera golondrina,
la primera flor...
...y entonces diré adiós al otoño
y me lanzaré a los brazos de la primavera.
Mientras, el señor invierno,
pasará de largo con sus cabellos plateados
con sus fiestas y regalos.
Pasará...
... y sólo entonces volveré a despertar.




Ausencias

Todo está preparado,
las luces encendidas,
las uvas, el cava,
los amigos compartiendo el último día
apurando los segundos del año que acaba.

Sonrisas en los rostros,
tristeza en las miradas,
ausencias compartidas
de quienes añoran
personas queridas.

Realidades escondidas
en el abrazo del alma
que busca en otro latir
a aquella que en la distancia
siempre se podrá sentir.
Deseos de felicidad
amalgamados en el bullicio,
deseos de acortar distancias
de fundirse en esos brazos
que no se encuentran allí.





Hoy la luna me sonríe

Hoy la luna me sonríe.
Con un gesto socarrón,
me ilumina el corazón.
Un lucero la acompaña,
cómplice de sus  intrigas.
El universo la sigue
en su divina locura,
abarcando una elipse
en la que todo es posible.
Hoy la luna se conjuga
para jugar con mi vida.
Acompañando mis pasos,
despertando mis sentidos,
abrazándome en silencio,
acunando algo divino.
Acariciando mi alma,
que permanecía dormida.
Regalándome mil sueños
como gotas de rocío.





Tengo océanos 

Tengo océanos de palabras abrazadas a mi pecho,
ríos de versos susurrando entre los pliegues de mi piel,
caricias dormidas bajo el murmullo de las vocales que
saltaban desde el borde de tus labios y se enredaban con
las consonantes que se escurrían de mis comisuras.
Cuidado con las palabras, pueden llegar a ser peligrosas,
se adhieren al corazón y pueden provocar exceso de
sentimientos, de esos que bombean ríos de tinta viva,
pueden, después de todo, transformarse en poesía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario