Gracia Morales
(Motril, Granada, 1973). Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Granada, donde imparte clases de Literatura Hispanoamericana y Española. Es cofundadora de la compañía teatral Remiendo Teatro (2003), en la que ejerce como dramaturga, actriz y ayudante de dirección.
Tiene publicados los libros de poesía Ocho poemas para andar por casa (2000), Manual de corte y confección (2001), De puertas para dentro (2004), con el que consiguió el Primer Premio de Poesía Javier Egea y La voz en pie (2014). Recientemente ha visto también la luz ¿Eres tú? (2014), un audiolibro de poesía para bebés, escrito en colaboración con Andrés Neuman. Forma parte del equipo editorial de Adarve. Revista de crítica y creación poética, creada en 2006.
Como dramaturga, ha estrenado y publicado una quincena de textos, algunos de los cuales han sido traducidos al francés, inglés e italiano. En esta faceta ha obtiendo varios galardones, como el Premio SGAE de Teatro Infantil y Juvenil (De aventuras, 2010), el Premio SGAE de Teatro (NN 12, 2008), el Premio Miguel Romero Esteo (Un lugar estratégico, 2004), el Premio Marqués de Bradomín (Quince peldaños, 2000) y el Premio Ciudad de Requena (Formulario quinientos veintidós, 2000).
En 2013 participa, como guionista, en la webserie La grieta, recientemente galardona con el Premio ASECAN y seleccionada en varios festivales internacionales.
Almuerzo familiar
A veces,
sólo a veces,
(si fuera siempre así resultaría insoportable)
a mi padre se le escapa
el alma por los ojos.
Mirada de huesos gastados.
Mirada de hipoteca y letras de banco.
Mirada de piel a secas.
Mirada de hombre de la casa entre tanta ropa femenina.
A veces,
sólo a veces
a mi padre se le resbala el alma por los ojos,
y yo quisiera correr detrás a recogerla,
ponerle mercromina
y salivita y sana sana culito de rana...
Sin embargo me quedo quieta,
agazapada en el televisor o los macarrones,
como si hubiera algo de deslealtad e impudicia
en este haberlo pillado,
por descuido,
con todo su cansancio al aire.
De su libro De puertas para adentro (2004).
esta pequeña lluvia que me acompaña
Alejandra Pizarnik
Siempre llueve cuando te vas,
aunque lo desmientan los meteorólogos
y los turistas tomando
el sol en las terrazas.
Siempre llueve una lluvia pequeña
como de sal o de ceniza,
una lluvia cortada a la medida de mis hombros
y con mismo recorrido que mis pasos.
Siempre llueve cuando te vas
aunque la gente siga caminando y se pregunte
por qué corro calle abajo
con las ropas empapadas.
Bienaventuradas
Bienaventuradas sean aquellas mujeres
- tan siempre madres, esposas,
abuelas o hermanas -
que aprenden a levantar sus puños
en plazas, autobuses y dormitorios.
Bienaventuradas cuando dejan,
doblados sobre una silla,
el delantal, los suspiros,
la prudencia,
el temor, las cacerolas.
(Mujeres malabaristas,
capaces de dividir
entre ocho o quince el arroz,
los colchones y los besos;
mujeres cosidas a la tierra,
con ramas donde aletea un griterío de niños,
piar de niños que piden agua,
que piden, que piden,
cuánto piden,
subiéndose por los hombros y las piernas.)
Bienaventuradas
las mujeres que se agarran
bien fuerte las unas de las otras
y salen a recorrer las calles,
mostrando pancartas de letra infantil.
Bienaventuradas ellas,
porque se han atrevido a gritar,
con su voz tan recién estrenada,
las palabras grandes, paz, respeto,
libertad, justicia, dignidad,
sin haberse cambiado de ropa,
en zapatillas y con pañuelos blancos
cubriéndoles la cabeza.
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