CARMEN FUENTES
Nacida en 1997 en Cabra, Córdoba. Recientemente ha finalizado sus estudios de bachillerato. Le entusiasma el mundo del arte, de la música, de la literatura… Además de escribir y leer, le apasiona el teatro y forma parte de un grupo amateur.
Ha publicado en la Revista Saigón, siendo miembro de la Asociación Cultural Naufragio desde 2014. Ese mismo año, recibió el premio Cátedra Juan Valera de Cabra. También ha participado varias veces en las publicaciones de “Poesía y Narrativa desde el Aula” de la Diputación de Córdoba. Escribe en el blog http://ocultotraslaspalabras.blogspot.com.es/.
EL TIC-TAC DE LA VIDA
- ¿Sientes cada segundo corriendo por tus venas?
- El tiempo no pasará sobre mí,
si es eso lo que esperas.
- Tus retratos no envejecerán por ti…
- Mas, ¡el perder la juventud
tanto me apena!
- Más triste sería el no venir.
- ¿De qué sirve venir,
Si esta vida es una condena
Y el único destino es morir?
- Tanto llorar tu alma envenena…
Dime, si sabes que vas a sufrir
¿Para qué aliviar tus penas?
Si sabes que la miel se va a ir
¿Por qué coger la colmena?
- ¡Porque yo quiero vivir!
Mas temo a lo que me espera:
A que la muerte me arrebate el sentir,
Y no regresar jamás pueda.
Temo mi consumir
Y fundirme como una vela…
Le temo tanto al fin,
Que en lugar de la vida vivir,
le mido lo que le queda.
LA VIE
No sólo admitiré que amo La Vie en Rose,
sino también en azul melancolía y en verde,
de la forma más negra y de la más colorida.
La amo gris y lluviosa,
pero también soleada y anaranjada...
La amo con sus contrastes,
con sus cosas malas y sus cosas bellas.
Son tan necesarios los llantos, como lo son las risas.
Por ello, no hay que arrepentirse de nada,
Non... Je ne regrette rien... Rien de rien.
Y por ello también, al Hymne a l'amour
debe unirse el himno a la soledad...
Debe haber un canto al dolor, y otro al placer.
Uno a la alegría, y otro a la tristeza...
A los sueños, pero también a las pesadillas.
A la muerte, pero sobre todo a la vida.
La vida es una canción agridulce.
Sería muy triste lamentarse y sólo verla agria,
sería muy triste no atreverse a bailarla.
SU CALOR
Si el tiempo pasa
Y no ves el sol,
Y blanquecina tu piel
Se muere del deseo,
Búscalo.
Porque es dolor morir
Sin haber sentido su calor.
A la soledad
Déjame.
Me marcharé de aquí,
aquí no volveré.
Volveré a los lugares de ensueño.
Sueño con que un día podré escapar,
escapar de tus garras,
garras que aprietan y desgarran,
desgarran el alma...
Alma herida de tan poco usarla.
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