Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

lunes, 11 de mayo de 2015

JERÓNIMO MUÑOZ PALMA [2.086]


Jerónimo Muñoz Palma

Nacido en Málaga, en 1943. 
Estudió Peritaje Industrial, Farmacia y Filología Hispánica. 

Libros de Poesía: 

Aires, Al Sur de lo Sensato, En Busca de un Sentido, Unidad, A Solas con la Noche, Mar Creciente, Cantes y Tentativas, Somnolencias, Depresiones y Páramos, Evocaciones, Arco Iris Desvaído, Viajes Ilusorios, Poemas Barrocos, Fruta Madura, Resurrección del Agua, Mis Amantes, La virgen (amor impertinente), El Naranjal, Filosofía pálida (Ediciones Vitruvio),etc. 

Prosa: 

Seis relatos breves. Novela (en vías de terminación). Artículos. Ensayos. 

Premios: 

•VI Certamen Círculo Mercantil de Málaga (Accesit de Relatos.) 
•XXII Certamen Castillejo, Pinos Puente, (Granada.) Primer Premio de Poesía. 
.Premio Ateneo-Universidad de Málaga 2014. Galardón Impresor José Andrade Martín gracias a su poemario De golondrinas y otros sueños


Retrato

No daba una impresión de obsolescencia. 
Era como esos cuadros del barroco 
con rostros decididamente rancios 
pero con ojos limpios e inocentes. 
Era como esos templos del románico 
que se yerguen en medio de los prados 
con la triste humildad de lo ruinoso, 
pidiéndonos perdón por su belleza. 
Era como esas largas madrugadas 
que parecen ancladas en la sombra, 
y a las que el sol muy pronto pondrá fin. 
Era como esa nota espesa y cálida 
de un dulce violonchelo vergonzoso 
que se mantiene en el aire suavemente 
y que pronto el violín hará callar. 
Era como ese amor que sobrevive 
cuando ya en la memoria se diluye 
el perfil de aquel ser que lo engendró. 
No era grito ni llanto ni color. 
Era, sencillamente, un poeta viejo. 





Mi barco

Anochece y mi barco no ha llegado. 
En el gris malecón de sal y viento, 
semblanza mineral de mi frente agredida, 
espero desde el alba. 
Llegaron muchos barcos con velas transparentes, 
y otros de cuyos mástiles colgaban vacuos fósiles. 
Llegaron los navíos de potentes motores 
y las barcas a remo, enamoradas 
de las olas del mar y sus gaviotas. 
Han atracado todos entre palmas y vítores 
de esa gente de tierra que sueña singladuras. 
Pero ahora anochece sin que mi barco llegue. 
La vista se me enturbia de otear y otear 
el desnudo horizonte. 
Y mi barco no llega. 
En vano quiero verlo, en marino espejismo, 
acercarse triunfante, sus velas desplegadas, 
su proa transgresora erguida ante la espuma, 
su bauprés apuntando hacia el gris malecón 
de mi frente enmohecida. 
Y ya es noche cerrada y no ha llegado. 
Y me duermo, llorando, sobre la sal y el viento. 
¡Mi barco no se ha hundido! 





Traición

Hay veces en que dejo de contar
las calladas baldosas de la acera
y me siento en un bar, no más locuaz,
cuyo dueño conozco hace ya siglos
y con el que intercambio titubeos.
Una tarde que estaba allí sentado
sorbiendo lentamente mi penumbra
de una copa de vidrio y madreperlas,
se sentó junto mí y me preguntó
que por qué era yo así, tan aburrido,
tan triste y solitario, tan extraño.
Y lo le dije, por decirle algo,
que la razón de todo era un secreto
que nunca había querido revelar.
Tanto y tanto insistió que, bajo firme
promesa de silencio y amistad,
le dije sonrojándome: soy virgen.
Dejó escapar las aves de su risa
que volaron con alas estridentes,
pero al fin se calmó y volvió a jurar
guardarme para siempre aquel secreto.
Al cabo de unos días, volví al bar
y advertí que la gente me miraba
y brotaban sonrisas socarronas.
Comprendí que había sido traicionado
y para mí dejaron de existir
la amistad, la lealtad y otras patrañas.
No volví nunca más por aquel bar
y su dueño jamás llegó a saber
que mi secreto seguía bien guardado.
Nunca llegó a saber que soy poeta
y que el poeta es siempre un fingidor.

Filosofía pálida. Ediciones Vitruvio, número 322 de la Colección Baños del Carmen.





Filosofía impura

Hubo un tiempo en que quise ser filósofo.
Deseé penetrar en las cosmologias,
en las ontologías, en las éticas;
pero pronto advertí que lo más inmediato
era estudiar al hombre.
Con este fin, me situé al costado
de un vecino algo calvo y cuarentón,
y le hice compañía tres días y tres noches.
Apunté en un cuaderno lo que en él observé
y esto fue lo que pude anotar:
Ríe sin alas, llora sin morir,
habla por sueños, calla por carencias,
anda con miedos, corre con quimeras,
come, bebe y evacua con disfraces,
duerme igual que una bestia.
A veces se sonríe y erupta fervoroso,
a veces se sonroja y se insulta sin causa,
a veces mira al cielo y lo ciega la luz.
Por las mañanas suda con los ojos cerrados,
por las noches procrea envuelto en el olvido.
No pude sacar nada de estas anotaciones.
Me cansé de mirar a aquel hombre ridículo
y desde entonces sólo miro el mar
y sus gaviotas.

Poema del libro Filosofía pálida.









2 comentarios:

  1. Gracias por darnos a conocer a gente tan interesante.- Un abrazo

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  2. Jerónimo Muñoz Palma, una de las grandes voces poéticas del momento, gran bagaje y hondo conocimiento de la litieratura y especiálmente de la poesia. Desde estas líneas mi admiración de siempre y un fuerte abrazo.

    A Fernando Sabido mi agradecimiento y felicitación por esta obra gigantesca que está viene creando desde años, que enriquece a la poesía y nutre a los poetas.

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