Antonio Pérez Cozar
Nace en Utrera (Sevilla) 1959, en el seno de una familia numerosa y humilde. Fue el séptimo de ocho hermanos. A los 10 años emigro a las Islas Baleares, concretamente a la isla de Mallorca, impresionándole la inmensidad del mar y sus contrastes. Asegura que fue mal estudiante, pero su gusto por la lectura y, en concreto, por la poesía, marcaron aquellos años en los que comienza a escribir. Acontecimientos vividos y experiencias que influyen para hacer anotaciones de todo aquello con lo que me identifico. Autores como Unamuno, Góngora, Miguel Hernández, Machado, Benedetti, Alvaro Mutis, Lorca, Garcia Márquez fueron los autores de los que más disfrutaba, poniendo en la cúspide a su gran poeta americano Walt Whitman como máximo influyente en su forma de escribir. Escribe por costumbre, hasta hacerlo por necesidad. Después de varios proyectos decide publicar su primer poemario al que intitula “La Ciudad que no Conozco” (2013) como un reflejo metafórico de todo un abanico de sentimientos en su temprana edad. Otros proyectos que verán la luz muy pronto, serán “Rimas y otros Cielos”, “Las palabras son extrañas” y “Prosigo un Sueño”. A través de la escritura, Antonio trata de exaltar los valores humanos.
Imaginé todas las especies en un hálito de mi corazón
y todo el aire que generan
los alveolos de la tierra,
en un halo de incandescente final
envuelto de misterio y,
en una burbuja protectora
dentro de mí.
Fuera de mí discurría un desatado movimiento
en una estela en lo inmenso del mar,
un estruendo cataclíptico en el cielo,
y un vestigio de muerte en el pecho
girando en el sentido de las agujas del reloj de la vida,
en un intento de encontrar un punto de apoyo
de donde sustentarme.
*
Soy hombre de poca fe, pero mi virtud es ser consciente de ello.
*
Volverá a mi memoria el sonoro canto de la ondina
y el estigma que esconde las oscuras aguas del mar.
Vela la airosa gaviota en su cálido nido de hormigón
que la madurez de sus alas le dé la orden de partida.
La vestimenta de los bosques será de lúcido níveo,
los peces chapotearán en el frío verde del estanque,
el otoño abrigará la amplia espesura de los llanos
y a la lejanía del cielo tornará el atardecer violáceo.
Fragmento: Susurros de Mar"
*
Válgame la vida para expresarte
que nada es un acierto
sino impulso en la virtud que maneja,
coherencia pasajera de los minutos
que desencadenan garabatos en el cuerpo...
*
“La adolescencia es la cuna dorada donde me nutrí.”
*
PARA QUÉ
Para qué cavar trincheras
donde escondernos o refugiarnos;
para qué forjar hierros retorcidos
que interrumpan el paso;
para qué más laberintos
que confundan el camino a seguir;
a qué daño hay que tener miedo,
a qué dolor, a qué efímero gozo ;
qué hay al otro lado
que no dejáis que veamos;
para qué cuerpos esparcidos,
llagas en las manos , en los pies
que nos mantienen esclavos
como brotes germinados en la tierra,
como punzadas en el corazón,
como encomiables inventos sin sentidos,
¡para qué!
para qué poner barreras
al pensamiento incontrolado,
si al fin al cabo,
a todos nos disuelve
una densa neblina que nos va olvidando…
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