Javier Martín Ríos
(Granada, 1970) es Doctor en Filología por la Universidad de Granada. Actualmente imparte clases de lengua y literatura moderna y contemporánea chinas y desde el año 2008 es director del Seminario de Estudios Asiáticos de la Universidad de Granada. Se inició en los estudios sinológicos en Granada y posteriormente completó sus estudios de lengua y cultura chinas en la Universidad de Zhejiang, la Universidad de Yunnan y la Universidad Jiaotong de Shanghai. También fue lector de español en la Universidad de Pekín y la Universidad de Lenguas Extranjeras de Luoyang. Ha publicado los ensayos El impacto de Occidente en el pensamiento chino moderno (2003), El silencio de la luna (2003) y Estudios de literatura china moderna (2013). También es autor de la novela Nala (2001), del diario de prosa poética Arde Shanghai (2007) y del libro de viajes Cuaderno de Yunnan (2009). Ha traducido al español la poesía de Wen Yiduo, Aguas muertas (2006), Dai Wangshu, Mis recuerdos (2006) y La niebla de nuestra edad (2009), una breve antología de poetas chinos contemporáneos (esta última en colaboración con Fan Ye), y la novela de Liu Zhenyun, De regreso a 1942 (2013).
QUISIERAS ESCRIBIR PALABRAS SOBRE EL AGUA
Quisieras escribir palabras sobre el agua,
palabras efímeras como la vida misma,
palabras profundas como este paisaje,
coger un pincel hecho de lluvia
y trazar esbeltos ideogramas
sobre el papel líquido del lago,
y después diluirte en un instante,
en un abrir y cerrar de ojos,
como las palabras en el agua,
y no ser nada, y no ser nada,
una gota más disuelta
en la niebla oculta de los siglos.
(Inédito)
POEMA TRAS DESPERTAR EN UN REFUGIO DE LA MONTAÑA
Hoy te sientes más viejo,
pero un nuevo día amanece
en el límpido horizonte.
No sabes de dónde viene
este extraño presentimiento
y dejas que el aire, si quiere,
te dé una respuesta.
En medio de la espesura del bosque
paseas en solitario, sin rumbo,
con la primera luz de la mañana,
y sientes que tu vida ya no es tu vida,
que este bello paisaje
que se abre ante tus ojos
es un paisaje que ya contemplaste hace siglos.
Todo sigue su ciclo en la naturaleza
y tú andas tranquilamente
en medio de este bosque
que quizás hace tiempo ya cruzaste.
(Inédito)
LUNA DE PRIMAVERA
La noche está rota en infinitas estrellas.
Una suave brisa de primavera
acaricia tu rostro en la oscuridad.
La ciudad duerme en calma.
En tu mano arde un cigarrillo
y su tenue fuego ilumina tus pensamientos.
El silencio se puede palpar en las raíces de la madrugada.
Contemplas la luna que reina en la noche
y te acuerdas de esas tierras lejanas
donde ahora se despliega
la última luz de la tarde.
Contemplando la luna en la madrugada
recuerdas el ayer y aquellas lejanas tierras
que aún habitan en ti como en un nebuloso sueño.
La noche está rota en infinitas estrellas.
La ciudad duerme en la otra orilla del lago.
En tu mano arde otro cigarrillo
y en su leve fuego
van surgiendo los recuerdos
entre el humo del tabaco
que se disipa en la inmensidad de la noche.
(Inédito)
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