Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

miércoles, 30 de enero de 2013

1435.- EDUARDO SÁENZ DE VARONA

    Ricardo Plazas, Eduardo Sáenz de Varona, Ani Rosillo y Francis Prieto



Eduardo Sáenz de Varona es Doctor en Derecho y Licenciado en Ciencias Empresariales por ICADE. Ha sido profesor en la Universidad de Sevilla y en la UNED. Desde 1977 escribe en revistas y periódicos del Campo de Gibraltar sobre arte actual, arqueología e historia. Ha publicado poemas en el libro “ Antología de urgencia de poetas jóvenes “ (1973). En el año 2009 publicó el poemario “ Tiempo “. Ha prologado varios libros de poemas. Sus artículos y poemas están publicados, en su mayoría, en su website http:www.saenzsotogrande.blogspot.com .Actualmente prepara la publicación del libro titulado “ Como nace un deseo sobre torres de espanto “ , un conjunto de relatos poéticos y poemas. Es miembro del Instituto de Estudios Campogibraltareños y del Ateneo poético José Román de Algeciras 

Vive y escribe en Sotogrande (Cádiz)



Sueño

Sentía que el carro de Rabindranath
Aplastaba con sus ruedas doradas
El rubí lanzado al paso del rey.
Era como si la vida quedara
Allí también
Triturada






Charles Baudelaire

El extranjero

¿ A quién quieres extraordinario
extranjero ?
Quiero a las nubes...a las nubes
que pasan...
( C. Baudelaire )

A lo lejos queda la ciudad tecnificada y fría.
Esta tarde estás buscando el calor de la vida,
Por eso has ido hacia el lugar que sabemos,
Por eso has dejado atrás tantas cosas.
Vas con tu bicicleta.
Es el último estertor de un agonizante que se resiste.
A un lado y a otro del sendero se levantan las chumberas.
El sol quiere quemar el polvo del camino,
Pero sus rayos, demasiado débiles,
Se reflejan en los resecos arbustos.
Estás con la mirada fija en el horizonte.
A la derecha, el mar pugna por entrar en los viñedos.
A la izquierda, los altos pinos dan sombra a aquellas piedras
Siempre tristes.
El canto de la chicharra está a punto de cesar.
Te has detenido, has dejado abandonada la bicicleta
Y te has puesto a mirar la mar.
Sin saber por qué, se agolpan los versos del poeta,
El mar
sonríe a lo lejos.
Dientes de espuma,
labios de cielo.
¿ Qué vendes, oh joven turbia
con los senos al aire ?
Vendo,señor, el agua
de los mares.
...
¡ Amarga mucho el agua
de los mares !
Y de pronto la chicharra ha enmudecido
Y has caminado hacia el mar.



Los gatos orientales

¿ Por qué - me preguntas - existe esta angustia
Que me agobia ?
Es que la vida - te explico - va dejando su poso,
A veces demasiado áspero, y no podemos apartarlo.
Y te cuento historias tristes de vidas también agobiadas
Y otras historias lejanas, fantásticas,
Para hacerte olvidar esa pena que hiere.
Yo sé , pienso, que sientes que tu vida
Está quebrada y marchita.
Es que se rompieron demasiado pronto tus ilusiones
Y no supistes reunir los pedazos.
Estuvistes buscándolos mucho tiempo inutilmente,
Porque ya no existían.
Estabas cansado de buscar,
Cuando ,en silencio, recogistes los últimos trozos
Y tratastes de reconstruir el rompecabezas de tu vida.
¿ Por qué esta angustia ?
Y te vuelvo a narrar esas historias orientales,
Los chinos ven la hora en los ojos de los gatos...
Pareces reflexionar la contestación a tu insistente pregunta:
La respuesta está en la vida.
Y es entonces cuando me he acercado a la ventana
Y he visto jugar a los niños entre risas.
Te he llamado y he creído ver volar
Una chispa de esperanza en tu mirada.

De mi poemario TIEMPO ( Madrid 1967 - Sotogrande 2009 )





Recuerdo de Luisa Isabel Alvárez de Toledo

Escuece el sol entre las viñas de Sánlucar.
Está quemando las palmeras más arriba de las Covachas.
En un sillón de mimbre,
la figura recogida, el pelo corto,
alguien escribe
sin escribir,
el archivo de una vida.
La lejana historia de los hombres






Los barrotes tornasolados

" Estos montes azules y este sol de la infancia " 
A. Machado 


Son tornasolados los barrotes de la ilusión
Son azules los barrotes de la esperanza,
Entre tornasoles azules te lanzaron al mundo
Y lo miraste a través del caleidoscopio de la vida.
Este ruido ensordecedor que te rodea,
Esta lucha contra lo cotidiano
Este tratar de alcanzar lo que no tiene fin
¿Cuándo se acaba?
Estoy buscando la esperanza entre la niebla,
Estoy buscando la ilusión
Estoy sólo buscando





Luz de otoño

Como un hálito del viento que cae
Me encuentro con fantasmas de otros tiempos.
Luz tamizada del temprano otoño que indolente se cierne
En la azotea teñida de blanco y añil







                                       El magnolio


                                  El viento que cimbrea al magnolio
                                                ¿Es el mismo?
                                                  No lo sé
                                                  Pero el aire que roza
                                                                        la rosa
                                                   de Juan Ramón, trasmina perfumes de libertad







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