Francisco de Paula Pestaña Parras nace en Jaén, un 30 de marzo de 1979. Doctorando en Historia del Arte con matrícula de honor por la Universidad de Granada, ha impartido clases en diversos centros privados de Granada, Sevilla y Barcelona. Participa en proyectos no lucrativos para el acercamiento del arte contemporáneo a estudiantes conflictivos de áreas marginales, reclusos, toxicómanos en rehabilitación y otros colectivos con dificultades.
Entre sus influencias se halla Baudelaire, por su propuesta de poemas en prosa y su capacidad de aunar crítica de arte y creación literaria, por lo que también admira a escritores con la misma cualidad como Stendhal o los españoles Muñoz Molina y Juan Manuel Bonet. En poesía Garcilaso, Vicente Aleixandre (que le enseñó que a una mujer se la puede abrazar “como a música” ) Machado, Louis Aragón, Gonzalo Rojas, Gil de Biedma y Benítez Reyes. En prosa el 98, sobre todo Unamuno (humildad y certeza) y Valle. De los escritores contemporáneos el maestro Juan Marsé. De los extranjeros Chéjov (si quieres contar historias tienes que empezar en él), Dostoievski, Cortázar, Luis Sepúlveda y Bukowski.
Ha publicado en revistas en Estados Unidos (traducido al inglés), Argentina, Perú y España como en Letra Clara, la revista literaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. La revista Culturamas publicó por entregas una selección de sus escritos bajo el título genérico de Entretenimientos culpables.
Fue elegido ganador de la I Noche Literaria Ícaro Inc. celebrada en Granada en 2012.
Además, su trabajo de investigación “El arte europeo en las revistas españolas antes de la Guerra Civil. El debate arte puro-arte comprometido (1929-1936)”, que alcanzó la máxima calificación, puede consultarse en el repositorio de la biblioteca de la Universidad de Granada.
Ha publicado en revistas en Estados Unidos (traducido al inglés), Argentina, Perú y España como en Letra Clara, la revista literaria de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada. La revista Culturamas publicó por entregas una selección de sus escritos bajo el título genérico de Entretenimientos culpables.
Fue elegido ganador de la I Noche Literaria Ícaro Inc. celebrada en Granada en 2012.
Además, su trabajo de investigación “El arte europeo en las revistas españolas antes de la Guerra Civil. El debate arte puro-arte comprometido (1929-1936)”, que alcanzó la máxima calificación, puede consultarse en el repositorio de la biblioteca de la Universidad de Granada.
En cuanto a las constantes de su obra son las de todos: el amor, la vida y la muerte; pues el resto de temas no son en el fondo sino ensimismamientos de éstos.
A la espera de la publicación en papel, bajo el alias de De Paula ( más ajuste de cuentas que seudónimo) se le puede leer en páginas como Sala de Escritores.com, Escribeya.com y, próximamente en Spejismos.es, la revista virtual de la editorial “Traspiés”.
Poema inempezado
No lo entiendo. Si sé que nos hicimos monstruos el uno al otro, terribles bestias de calor empeñadas en empañar cualquier cristal que se nos acercara a menos de un gemido de distancia. No lo entiendo. Si una noche, borrachos como reyes, me cogiste de la mano para meterme en no sé qué edificio oficial y follar en el ángulo muerto de las cámaras de vigilancia. Y girabas la cabeza para mirarme. Y me llamabas hijo de puta. No lo entiendo. Si en cada caricia nos cavábamos con la misma rabia con la que cavan los vencidos delante de las escopetas, si nos mordíamos en un idioma diferente cada vez, si les sacamos los ojos a todos los huracanes que quisieron derribarnos… No lo entiendo. No entiendo que permitamos que lo poco que queda de aquello continúe arrastrándose y pidiéndonos carne. Perro enfermo, exhausto y ciego, que no tenemos el coraje de sacrificar.
RESGUARDO DEL VIAJERO
En Barcelona me escondía en Santa María del Mar a escuchar al organista, y todas sus columnas eran los nervios de ese órgano; en Londres descansé serenamente rodeado de cuervos; peregriné a Montparnasse para leerle a Baudelaire uno de sus poemas en oración lasciva; la madrugada de Madrid sirve el mejor café para fugitivos; he dormido junto a la mujer más hermosa y cruel que conozco mientras afuera esperaba, repentina, Granada en nieve; Praga se me quedó a orillas de un aeropuerto; y no hablaré de mi Catedral, a la que anduve hasta deshacerla.
Escribo esto en un cuartucho de hotel. Es igual a todos esos en los que te sentabas sobre la cama, vestida sólo con un cigarro, y me mirabas. Pronto se hará de día, pero es que apenas si logro conciliar el sueño ahora que ya no estás a mí lado para impedirme dormir.
Ahora, que tus pasos alejándose han dado tantas veces la vuelta alrededor del mundo que me dejaste, desierto como tu vientre.
Estés donde estés –y sólo sé donde no estás-, buen viaje.
(Definición: Documento mediante el cual, ciudadados y personas jurídicas se dirigen a una Autoridad u Órgano de la Administración, haciendo una solicitud o petición.)
SOLICITUD DE FRACASO
Yo, el solicitante, vecino de este municipio, mayor de edad, licenciado en Ebrias Artes y jurando para mi beneficio que en las elecciones voté al partido que gobierna (sea el que sea), quiero constatar:
EXPOSICIÓN DE HECHOS:
Que estoy tan solo como merezco, aunque no por ello me resigno: sólo los santos y los asesinos van felices a su ejecución. Que por tal causa, en esta ciudad todos los portales me son ya extranjeros; que la única cremallera con la que jugueteo es el dial del transistor de mis madrugadas; que de seguir así pronto acabaré descifrando el jazz; que ayer me sorprendí echando de menos a la egoísta que me propuso vivir en rendición, morir en paz, follar en martes; y que la soledad oscurece tanto mi dormitorio que hasta por la mañana sus ventanas parecen tapiadas de cielo.
PETICIONES:
Por todo ello, solicito unos ojos del verde de las mesas de billar que me rebajen a jauría para sus muslos, un nombre que maldecir y una espalda contra la que estrellarme. Alguien que no se engañe, que sepa que mi mayor defecto mide exactamente 1´73, aunque parece menos por esta manía mía de andar encorvado. Juntos reuniremos el valor necesario para desertarnos. Desde entonces fingiré que no busco en otros cuerpos sepultar su fantasma. Y tal vez un día me recuerde sonriendo al descubrirse, como una marca de agua que sólo ella puede leer, al trasluz de los torpes papeles que escribo.
A tal fin entrego, debidamente cumplimentada, esta solicitud de fracaso, firmada en Tu Carencia, a 19 de febrero del 2008.
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