CARMEN BARRIOS RULL
Nació en Almería, 1947,
De adolescente, aficionada a la lectura, también de poemas y asimismo, escribía cuanto pasaba por su imaginación. De familia modesta, los libros que le instruyeron procedían de su tío materno, un malogrado dibujante caricaturista almeriense que falleció a los 22 años en la cárcel del Ingenio, otra víctima más de la Guerra Civil, llamado Pepe Rull Úbeda. El pasado año 2011, se hizo un cortometraje dedicado a su vida, patrocinado por la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial de Almería, entre otras entidades.
Con 19 años, Carmen se traslada a Madrid y allí ha transcurrido su vida, volviendo siempre que puede a su ciudad natal. Ha desempeñado varios trabajos el último de administrativa. Siempre le atrajo la actividad artística y ha hecho diversas manualidades: repujados, modelados, pinturas, etc. y siguió con su afición a escribir. Una muestra de su hacer, puede verse en el blog www.mispoemarios.blogspot.com
En la localidad donde reside -Leganés-, ha ganado durante la última década pequeños concursos, uno por la Asociación Cultural de Mujeres “Beatriz Cienfuegos” y varios por la Asociación de “Leganés Verde y Ecológico”.
Figura en la colección “Algo que decir”, vol. XIV, de ediciones Ateneo Blasco Ibáñez, con un poema dedicado a la violencia de género, titulado “la puerta”. También en “Mil poemas a Miguel Hernández”, Asociación Internacional Poetas del Mundo que dirige Alfred de Asís, tiene su aportación, como asimismo en la Muestra de Poesía 2012 de la Asociación Prometeo de Madrid.
No ha tenido oportunidad en editar particularmente, pero ha acumulado material suficiente para algún que otro poemario y aunque no posee un currículum especialmente cualificado, ninguna licenciatura, ha pensado que por qué no, figurar en esta selección poética. Al fin y al cabo, ha pasado toda su vida tratando de explicársela, como hacen otros, cada cuál con su estilo. Y su estilo es el siguiente:
Al paro
(1968)
Llorar por la calle La Princesa
como ser golpeado, deprimido,
andar tropezando sin motivo
oyendo risas jóvenes y frescas…
Sentirte en el vacío, acompañado
y no tener la protección del nido,
estar de más en un mundo mezquino
que pasa tan jovial, desenfadado.
Llorar ante una luz de pesimismo
que ríe de ti, sonámbulo sin tierra,
debajo de tus pies está el abismo.
Delante lo fatal, la nube negra…
que ha de tragarte sin más puro lirismo
en una sociedad que pide guerra.
Recordando el 11-M
Se me va la vida a borbotones,
se me viene la muerte presurosa
y no hallo la flor entre mil flores
que vigile la boca quejumbrosa.
Todo es humo grisáceo del pasado
todo es cadencia de un fluir constante,
van los períodos del año apresurados
como mariposas prendidas en el aire.
Los estériles escritos de mi mano
han de frenarse en hora venidera
¿y a dónde irá tanto lamento vano?.
A llenar una oscura papelera…
destino del desdichado humano
que queda en simple calavera.
A la nada nos vamos
Agrietada y mohosa
como fruta madura
estas sienes repletas
de sentir plañidero,
la carcasa amarilla
pespuntea de marrones
signo inequívoco, terco
del fatal pudridero.
Recorrido de siembras:
somos campos umbríos,
en ciudades y pueblos
como sombras pasamos,
como frutas caemos
en el lecho del río,
sin pedir la nacencia
¡a la nada nos vamos!.
Cuando te sientas árbol
Cuando te sientas árbol
golpeado del viento,
abandonado y solo
sin refugio, fatal…
Te empaparán las lluvias
y el implacable llanto
de las nubes bosquejen
la desnudez total.
Cuando talen tus ramas
manos que acariciaste,
protestarás al instante
sorprendido del mal…
La savia de la herida
te curará el quebranto,
cuando te sientas árbol
te llegará la paz…
Soneto para recordar
No es todo dulce para mi boca,
no es todo risa para mis labios,
suave la brisa se agita y flota,
mecen las olas sonidos varios…
Es la tristeza tan agobiante,
el alegre no tiene vena creadora
fatua es la risa, vano el instante,
pasa y no deja luz redentora.
Vuelvo a mi pozo de alta roca
todo me empuja al aislamiento,
breve es la vida que sabe a poca.
Negros crespones son los lamentos,
que no hay dulzura para mi boca,
ni una caricia para mi aliento.
Ser poeta
No pertenezco a ningún rebaño
tercamente me empeñé en nacer,
obteniendo siempre duros desengaños
si a volver naciera, vuelta a suspender.
Soy res que marcada, quedó en el olvido,
soy punto y aparte de un no pudo ser…
por eso mis versos son todo suspiro
son todo quebranto, rasguños de piel.
Las lágrimas afloran sin paz y sin tregua
la lengua bañada en poso de hiel…
se lamenta en vano, me llama la tierra
y a ella dirijo mis pasos y mi sien.
Adiós, en mi vida ya sé que rozaste
algunos instantes de felicidad…
poeta cansina, caros los pagaste,
consuelo del triste es cantar su mal.
Carmen, muy interesante tu historia pese al obligado anonimato en el que muchas mujeres ven envueltas su obra.
ResponderEliminarFíjate si soy anónima, que he visto tu comentario dos años después de haberlo escrito.
EliminarMuchas gracias, no sé si esto te llegará, pero al menos, lo intento.
Porque no eres res marcada, porque te empecinas y empeñas, porque evolucionas, cambias, vives y sueñas, solo, solo por eso te viene como anillo al dedo, como suave guante, la dura carga de ser mujer y ser poeta, en un mundo que era aurora y ahora yerto boquea pereza. Besos y felicidades.
ResponderEliminarHombre Raúl, me has hecho también un poema y acabo de verlo ahora... Si es que no había vuelto a pisar esta página.
ResponderEliminarYa lo creo que lo tenemos difícil, pero no solo las mujeres. En facebook te contestaré para que veas que soy agradecida, aunque muy despistada. Gracias amigo,