CARMEN HERNÁNDEZ MONTALBÁN
Granada. Licenciada en Documentación y Diplomada en Biblioteconomía por la Universidad de Granada. Ha trabajado en distintas bibliotecas, archivos y centros de Documentación de Andalucía uno de ellos el Centro de Documentación de Artes Escénicas de Andalucía. Colabora con distintas revistas y periódicos, con artículos de investigación histórica y genealógica, además de textos literarios. Coautora, junto con su hermana de dos libros de relatos: Cuentos del viejo Wädis y Leyendas de Sulayr y otros cuentos remotos. Como miembro del Colectivo Sustari, ha colaborado en varias publicaciones de la asociación cultural: Antología poética, Menacir: colección de poemarios y El imaginario vientre de la tierra. En colaboración con el pintor francés Paul Rey, publica el libro Pictorias para leer con lupa, que fue presentado en abril de 2011 en el Instituto Cervantes de Toulouse y objeto de estudio en el Seminario “Arte visual y relato breve frente a frente” en la Universidad de Toulouse Le Mirail (Tolouse , Francia, Abril 2013). Finalista en el I Premio internacional de narrativa femenina Bovarismos 2014 e incluida en el libro: Soñando en Vrindavan y otras historias de ellas, La Pereza Ediciones, 2014. Actualmente es la presidenta de la Asociación para la Promoción de la Cultura y el Arte “La Oruga azul”. Recientemente ha colaborado con su poesía en la exposición Art Mariage o los estados del alma en Alcalá la Real (Festival Etnosur 2014).
Otoñal
ÉSTOS días de otoño,
no quisiera escribir otra cosa
sino pájaros arropados de grises
que guardan entre el plumaje un beso frío de brisa.
Estos días,
las torres recuerdan su verdor al musgo de las tejas,
se respira en rededor,
una esencia que recuerda rosas secas entre libros.
Pues la naturaleza ha quedado quieta,
expectante,
tan atenta que parece que presiente.
Estos días, las horas se visten de tornasolados cromos
y el tiempo parece rendir homenaje al silencio,
se retorna a las cosas, al rincón,
el corazón nos palpita alguna parte que dejamos olvidada.
Carnicería
¿Cómo hemos llegado a esto?
parecían preguntarse los cadáveres tras la contienda.
La respuesta llegó después de la carnicería,
porque pregunta y respuesta quedaban implícitas en el resultado.
Todos iguales ante la muerte,
cada muerto es una derrota.
Perro abandonado
Acechaba al sol naciente,
encadenado al olvido de las cosas sin nombre,
lo veía elevarse,
devorando las sombras de un paisaje inaudito,
sin comprender su condena de animal solitario.
Chanel Nº 5
Un ángel rubio de cándida mirada,
portada de revista y calendario,
perfumada de glamour fingió ante el mundo
su imagen de fragilidad y desamparo.
Cabo de Gata
Las arterias sedientas de la tierra
se abren paso hacia acantilados de espuma.
Allí los dioses pétreos navegan
sobre transparencias imposibles,
y el viento agazapado se desliza,
silbando la serenata del origen.
Sueño acuático
Acueductos cristalinos
de ingravidez construidos,
en que la luz va tejiendo un encaje de colores.
Catedrales prodigiosas con un órgano de espuma,
donde suena la sinfonía del agua;
una música que transporta a regiones insólitas,
donde los manantiales construyen ciudades
de líquida arquitectura.
Insomnio
La noche acecha mi sueño
con sus ojos de lechuza,
sus pupilas son cuchillos que apuñalan el sosiego,
mis párpados izados se entornan para burlar el desvelo,
se ha consumido la tregua que me invitaba al descanso.
El sonido del despertador estalla de madrugada,
son las horas desechas que resbalan por el ánimo.
A LOS ARTÍFICES DE LAS GUERRAS
Traerán el estruendo,
llevarán al mundo la miseria,
sembrarán en las gargantas gritos ahogados
y en las miradas pozos,
mutilarán sonrisa de niños como azucenas,
profanarán las entrañas de mujeres ,
nos darán a beber la sed
y de comer el hambre,
poblarán el cielo con sus buitres de acero,
exprimirán corazones,
pondrán una cola de luto a la esperanza,
harán que los ancianos se sientan fracasados,
nos regalarán piedras en lugar de pan,
pero no podrán callar el latido de un corazón inmenso
que los señale MALAVENTURADOS
de entre los hombres
y sobre la tierra.
MAREA NEGRA
Ayer soñé con el mar,
Sobrevolaba una costa,
Como de costumbre.
Viento,
Arena y agua rozaban mis alas
Y arrastraba la brisa
Un delicioso perfume de algas y sal,
Un perfume de infinito.
Mi vuelo era veloz e ingrávido
Como un pensamiento.
No quería despertar
Pero mis ojos se abrieron,
Un manto negro flotaba en el agua,
No pude alzar el vuelo,
Me había convertido en piedra,
Pesado,
Grasiento,
Pegado a la roca,
Inanimado,
Siniestro como el paisaje.
Hubiera querido no despertar jamás,
Y alguien dijo
Que eso fue lo que ocurrió
Minutos después de la pesadilla.
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