Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

sábado, 21 de mayo de 2016

ROSA SALAS SIMÓN [2.165]


Rosa Salas Simón

Nací el 6 de abril de 1971 en La Carolina, (Jaén). 

Estudié filología hispánica en Granada y Coimbra. Soy profesora de secundaria y bachiller desde 2007. 

Hija de un minero sin reconocer, mi poesía busca el tiempo y denuncia la mentira. Ahora vivo en Villanueva del Arzobispo en Jaén. 

Hace mucho tiempo que no recibo cartas.



Tenía heridas en los pies

Tenía heridas en los pies
y tristezas en el alma;
los ojos hundidos,
ronchas negras en la cara.

Tenía los pies hundidos
en la tierra encañada;
alambres pisaban sus sueños]
y granizo eran sus lágrimas.]

Tenía los pies heridos
de tanto como la tierra
le arrancaba: la vida, el dolor, los sueños, la nada.




Todo me nombra

Todo lo perdido me nombra.
Me nombra la hierba.
Me nombra la tierra.
Me nombran los abrazos.
Todo, lejanamente, me nombra
con la salvia de las raíces
reventándose de aliento,
con la piedra agarrándose
a las arterias del barro,
del pobre barro,
que no pudo escribir
su nombre.




HOY agua para silenciar pesadillas
vino aliviando el llanto
arrojos de tu espesura hincados en mi sangre.
Estoy debajo de la nube de mi tierra,
en mi tierra de tu humo
en mi carne de tu aliento
degollando la piel en un estrecho túnel de papel.

En un cantero escarbo tu rostro
removiendo poros-tiritando permanezco.
Te me acuchillas hiriente
absorbiendo rastrojos en la sed.
Embargado por el sediento testimonio
de una copa de cemento
En tus labios despegados,tu
carne brota terremotos
¡baja del teléfono y cuélgate en mi cuello que te espero con una cuerda para jugar a la
comba!
Experimenta el aire absurdo de la bola del mundo
Mis tijeras la golpearán en el grado cero.
Vertical del polo norte a la patagonia
Transversal en un óbice destrozado de imágenes
soñadas como los cuentos que me embriagan y el vino.

Otra vez, debajo de mi tierra tus arrojos
en los despojos de los remedios que cada día me explico lógicamente.

Me desgasta la lógica tanto como el papel cuadriculado.
Carne de aire
rostro de árbol
bolígrafo encorvado
hueco
Que desgravan mis callos entre la dureza del universo
Diviso una mota de polvo en el horizonte redonda
en la que me tumbo horizontal.

Y otra vez, el vino...




RATAS

NO HAY azahar en los balcones
ni tímidos jazmines blancos
en el día, ni siquiera, galanes
etílicos de ensueño
en los barrotes de las prisiones.

El olivo no tiene ya flores,
ni hay locos gorriones
ni agua en el pozo
ni enamorada ceniza olvidada.

Hay ratas, más ratas
inquiriendo a la hierba seca;
ruido, más ruido
y un haz de esperanzas muertas.

Enfermo, pobre, hambriento,
me enlomará con leños
la oliva más altiva
mientras la diminuta estaca
desde raíces secas llora
polvo y tierra helada.

Nada, desierto podrido, ciénagas, almas
que vagan solas en el mundo abandonado,
que recorren más de tres mil kilómetros
a la redonda desesperanza.
Enfermo, pobre, hambriento
¿Dónde has dejado tus élitros libres?

¿Querías volar entre la siembra segada?.

No hay risas en el patio
No hay cascabeles en las cucharas
No hay verdores luneros
No hay sol ni sombra ni ser
habitado entre la tela del cielo,
que revienta el fin azul de la mirada...

Nada. Lodo, desierto podrido de podridas almas
es lo que hay
las salivas de las ratas
desmemoriadas, chillonas, ásperas.

Ya no hay galanes por la noche
que se emborrachen con la ventana.

Dioses y ratas, muchas ratas
han secado con el orín
las dulces flores tiernas de las mañanas.

Las odiosas cayardas burlan mi llanto
Estacas y cristales me despellejan las alas
Mientras varean el hojín muerto a la tierra

No.
Ya no hay nada. Ratas, solo ratas.




No se caerá la luna

No se caerá la luna esta noche
No reventarán los recuerdos
No morirán las palabras
Ni dejarán de oírse
En el tiempo.
Nadie podrá enjaular sus alas
Ni untar de venenos sus pétalos.
No se romperá la luna jamás
Mientras que las olas bailen al tiempo.
No volará la memoria
Mientras tenga aliento.




Nana del gallo

La mañana dormida
La noche habladora
La luna precisa
El gallo canta
Las estrellas rotas
La luna torcida
El cielo gris
La hierba herida
El gallo canta
El gallo canta
La madrugada valiente
Un suspiro ronda el viento
Los árboles tejen
Hilos en el firmamento
El gallo canta
El gallo canta
El gallo canta.




El silencio

Te hace olvidar el silencio
la memoria, el futuro, el presente, el pasado, la Historia.
Caminas en silencio sin pensar nada.
La nada del desierto y de los pastos secos agotados.
El silencio de tus palabras hace que la tierra muera muda,
que tus ojos miren ciegos,
que tus oídos silencien.
El silencio es el olvido de las cosas y de la vida.
¿Qué recuerdos soportará el silencio?
El silencio, la soledad, el calor, la respiración, la memoria de las horas.
Y tu silencio más callado que las palabras infinitas de todas las bocas
inmola las ruinas de la vida
tan silenciosa.




EL DICTADOR DEL ARTE

D como nadie
A como importante
B como estabulado
C como callado
                                         Y el Dictador; como tú
Grande, enorme y de Todo
con todo en las espaldas
O en el pecho
O en la cara,
O en los ojos
O en las manos
o en el disimulo malvado
de ti, Arte de artes
de este dictador.

¿Dónde habrán quedado
las huellas de los luchadores?
-Me responden
No hablen...
Que en cuadernos, que en letras
que en escondites y laberintos
que en eso mecánico tábulo
que desconocemos por no conocernos
Y en letras trazadas de tinta,
y de tintas.

Cero en arte
Uno en artes
Tres en la estancia cuarteada
de la luna vacía desgastando
ruedas de brisa en mayo.

Es el blanco y el gris,
parece que suenan las cenizas,
se nota la presión de un
cielo hueco cuajado de riquezas.

Disimula porque mis ojos te ven
y saben cuán grande
es la farsa del dictador del Arte
que come con cubiertos de oro
en estancias de cajas.

¡Merece prisión!

C no le da importancia
B sueña con ser A
A D le han voceado que se calle
Este pobre D sueña pesadillas
Por no ser libre a causa de A
contra su causa.

Arte y Dictador de arte por
tres veces letra y coz.
Y, resultando, esto es qué digo
menudo y lento
veloz y sin lugar donde
esparcir mi espacio 
sin tiempo.

¡Canalla!

Dictador del Arte sin luna
ni estrellas
me mira sentado en una gruta
de diamantes soplándolos
al tanto de A por B por C
contra D. Por ciento
Solo luna y yo.



EPÍSTOLA DEL CALLADO INOCENTE

EN estos lares hay que realizar la petición
del permiso para ser libre
¿Permiso?
-Sí, pero no puedes entrar- Advierto.
El ruido perpetúa cada rincón
un ruido atroz...
-calificando libertades- respondo.
¿Por qué tanto ruido si todos callamos en la realidad?
Eres un inocente olvidado y muerto.
Concibo la idea del no-sueño
si parecemos viandantes automáticos escondidos en una alacena húmeda...
Mohosos y sin libertad
carcomidos de legañas y olvidados
aprisionados en el magnate de la comunicación
política, instituciones, canciones solos y yo.
Información y colaboración

¡Ante qué !- me pregunto.
Debo estar algo callado para ser inocente
en esta maldita desolación:
ante los desagües de los fregaderos
sí, ¿sí?: en la información.
Callados introspectivamente desahuciados
continuamente apelados
extrañamente cohibidos
callados inocentes del asiento de la Comunicación
Indecisos culturalmente desposeídos
instantáneamente vigilados
someramente hipocritizados
negados desigualmente politizados
(Si políticamente es correcto contenernos la libertad):
Advertidos, aconsejados, mutilados, presionados, torturados, simulados , ignorados...
Colectivamente personificados: - enséñeme a contar- Ruego.
Inverosímilmente engañados
¿Existen otras negras cuevas peores?
-Sí- respondo- la noche la luna y la oscuridad vencida a lomos de un caracol
Esta inverosímil realidad sin sueños sin bostezos sin nada
esta realidad deíctica de dueños
te pierde entre las noches de los monstruos
diseñados para perdernos
Esta realidad configurada en 100.000 instalaciones eléctricas
a la redonda del horizonte
¿Existe otra cueva más negra?
Es mi suerte, es mi tierra
es mi vida, es mi opinión
mi elección, mi libertad,
MI yo más yo sentado en medio de la sociedad
es un sillón roncando en las manos del cielo
flotando en los rizos grises de la nubes del día
huyendo de las rectas nubes de la noche invisibles
sosteniendo las negras agüeras de las noches de todos los años.

Lo siento, pero es que poseo una mala disposición. Disculpen.
Se reduplican los pensamientos
copiándose al punto las ideas traducidas
desde estos versos anómalos que son nada
que dicen nada
que tienen nada
que a nada se dedican
en sus letras libres
Reflexiono
¿Reflexionan los sonidos?
El ruido es una cima ilegal roncando otra vez en un sillón
una montaña hecha de grava áspera e invisible
que se oculta y se distrae cegándote en el sueño ofrecido
por ser inciertos y falsos yendo y viniendo
(escépticamente hablando)
¿Existe otra mayor cueva más oscura?
-Sí- continúo:
La época que me ha tocado vivir,
aunque tal vez para el siglo XXII...




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