Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 14 de agosto de 2011

739.- MANUEL DEL ÁGUILA


Manuel del Águila Ortega fue un polifacético compositor, poeta y pintor español nacido en la barriada de El Alquián, en Almería, el 13 de junio de 1914 y fallecido el 8 de noviembre de 2006 en Aguadulce (Roquetas de Mar, Almería).

El quinto de seis hermanos, quedó huérfano de padre y madre con sólo seis años de edad, en 1920. Se hizo cargo de él una familia de amigos íntimos, Francisco Bracho Cambronero y Dolores Bonilla Vega, que se ocuparon de su crianza junto a la tata Manuela, ama de cría a la que Manuel del Águila tendrá muy cerca durante toda su vida.
Ese año entró en el Colegio de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, destacando desde pequeño en los estudios. Ya desde esa edad recibe su primer piano y sus primeras clases de francés.
El interés por el idioma, la música, la literatura, el dibujo y las artes en general es por tanto precoz. Se presenta a diversos certámenes literarios y musicales locales y nacionales. Gana, por ejemplo, el certamen de poesía de los Juegos Florales celebrados en Almería en 1955.
[editar]Pintor, profesor de idiomas, periodista

Fue, por otro lado, compañero de estudios y amigo de Arturo Medina y Jesús de Perceval, junto a quienes recibe clases de dibujo y pintura en la Escuela de Artes y Oficios de la capital almeriense, donde llega a ser galardonado con una Medalla de Plata por sus trabajos.
En esta misma institución dio clases de francés durante los años 1950 y 1951, para más tarde crear una escuela privada en la que se impartirían clases de francés y más tarde también de inglés. Fue una de las primeras escuelas de este tipo en Almería y por ella pasarían miles de alumnos.
A partir de 1961 participa en varios programas informativos y literarios de Radio Nacional de España, colaborando como corresponsal hasta los años 80. Para ellos entrevistó a casi todos los cineastas y actores que pasaron por la provincia de Almería en sus años de boom cinematográfico y cubrió eventos como el de la bomba de Palomares.
Colaboró asimismo con medios nacionales y locales durante varios años, entre ellos cabe destacar ABC, La Vanguardia, Sur de España, Yugo, Ideal, La Voz de Almería y El Mundo, publicando multitud de artículos sobre temas muy diversos. Estas colaboraciones se extendieron a revistas especializadas en literatura como Green Gold, Nouvelles Littéraires, Selecciones del Reader's Digest o Revista Poética Bahía.
Compositor, letrista y escritor
En 1950 compuso una pieza de Navidad con letra de Celia Viñas.
Al año siguiente, en 1951, puso letra al Himno-Plegaria compuesto por José Padilla a la Virgen del Mar, patrona de Almería. En 1956, hace lo propio con el Himno-Plegaria a la Santa Cruz del Voto, patrona del pueblo alpujarreño de Canjáyar, cuya hermandad es también depositaria de los derechos sobre el mismo.
En 1955 publica Canciones andaluzas, una primera muestra de su esfuerzo por rescatar la poesía folklórica y costumbrista, de gran éxito. En 1973 recibió los elogios del premio Nóbel Vicente Aleixandre, junto al que había publicado un poema en la Revista Poética Bahía. En 1988 ve la luz su libro Seis chiquillos en la orilla, con ilustraciones de la pintora Carmen Pinteño, que recibió buena crítica a nivel local y nacional. En 2003, la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía publica en colaboración con La Voz de Almería una antología de toda su poesía, Aquí, junto al mar latino.
En lo musical, fue compositor de numerosas piezas de corte folklórico, siendo célebres las Peteneras de la orilla, el Zorongo de la Luna, Campanilleros de Cabo de Gata o Si vas pa la mar, popularizada por Manolo Escobar. El Coro de Cámara Emilio Carrión grabó en 2004 el disco Concierto Homenaje a Manuel del Águila, con versiones polifónicas de varios de sus temas, algunos de ellos inéditos. Escribió una letra para el conocido Fandanguillo de Almería.
Galardones
Manuel del Águila impartió durante su vida profesional multitud de conferencias, en las que además de departir, declamaba y tocaba el piano. Ha sido también pregonero de numerosos eventos y festividades relacionadas con Almería, como las fiestas patronales de la Casa de Almería en Barcelona, o el pregón de Navidad del diario Ideal.
1991: Uva de Oro, concedida por la Casa de Almería y de la Alpujarra, Madrid.
1997: Placa Especial del XVIII Premio Nacional de Periodismo Casa de Almería, de Barcelona.
2002: Homenaje a Manuel del Águila Ortega, volumen de testimonios sobre Manuel del Águila publicado por el Instituto de Estudios Almerienses.
2005: Insignia de Oro de la Universidad de Almería.
Cabe destacar la donación que ha realizado la familia de Manuel del Águila, quien ha entregado al Instituto de Estudios Almerienses y la Universidad de Almería la biblioteca del compositor, de 2.000 volúmenes, así como de instrumentos y objetos personales.





Dejadme solo a veces, para no estarlo luego.
La soledad me crea un mundo de silencios
-de sonoros silencios-, con un muro alargado
de infinitas ventanas sobre un ancho paisaje.






Repasando mi vida, no veo clara mi imagen;
fueron muchas personas quienes en mí reinaron,
quienes movían los hilos de mi humano retablo,
aunque yo me creyera un monte invulnerable.
El tembloroso espejo que sostengo en las manos
me devuelve el retrato.
No sé si fui orgulloso, pero quise mejor
ser primero en aldea, que segundo en la corte
y no por vanagloria, sino porque no soy
obediente ni dócil.
Fui hombre escrupuloso, que quiso saber mucho
y no pasó el dintel del templo de la ciencia.
Me decían mis alumnos que un dictador suave
de bondad persuasiva…
Sí, un soñador de dioses de vacilante fe;
un amante atrevido, dispuesto siempre a todo
por el vehemente impulso de un instante de vértigo;
frecuente adulador por no herir vanidades
y aminorar el filo de amargas decepciones;
abierto y generoso si inspiraban confianza;
hermético y hostil, cuando encontré doblez.
Fui algo y no fui nada:
Un ser vacante y vago, juguete de las cosas
que un olor distraía, o el rumor de las olas;
o el silbido del viento o un canto de cigarra…
Mi pensamiento duerme en un lecho epicúreo,
por eso se despierta con el roce de un beso.
No; no veo clara mi imagen. Fui algo y no fui nada.










“Poema a la mujer almeriense”
Lema, “Paisanica del Alma”.

¿Qué decir de tus ojos, paisanica del alma?...
¿Qué se durmió la noche dentro de tus pupilas
y que curvos alfanjes hacen eternas guardias
de sombra y abanico?...

¿Y de tu boca, qué?...
¿Que un cuchillo de risas partió roja granada
y que la entraña eran pedacillos de espuma de la orilla del mar?
O que el viento deshizo almendros en febrero
sobre la llama viva?...
¿De tu voz?...De tu voz, pues no sé.
Quizás que el cielo claro se convirtió en sonido,
y el sonido en palabra,
y la palabra, aún antes de escucharla, en camino de amor.

De tu figura...¡Ah¿...somos raza mezclada:
Fenicia te dejó el ademán que prende,
Grecia ya te dio mas: su elegancia, su ritmo
y su exacta medida.
que va transformándose en tu andar y en tu gesto;
y de Arabia, tomaste esa mezcla imprecisa de junco y de jazmín.

¿Mucho?...¿Nada?...¡No sé¡...
Definirte es difícil.
Es mejor el silencio: adivinar que llegas
porque el aire es mensaje y anticipo de tí:
callarse ante tu paso,
pero mirarte bien, con un largo recreo,
y seguir el imán, en sístoles y diástoles,
de nuestro corazón.

Norte, Sur, Este y Oeste:
tus ojos y tu boca, tu figura y tu voz.







La Excavadora

Me asomé a la ventana, creía que un seísmo
derrumbaba las cosas.
No eran todas, era sólo la tuya,
la tuya que guardaba
como un álbum antiguo, momentos y momentos,
gestos, palabras, voces, enfados, besos; todo lo que es la vida
Y siega un último suspiro.

No era un seísmo, no, era su muerte, en un instante,
ferozmente mordida por la firme mandíbula
de una amarilla y cruel escavadora:
monstruo y gusano al par,
derrumbó tus balcones, tus paredes;
aquella puerta encristalada y cómplice
de unos besos de larga despedida.

La vi entrar con estruendo
de hecatombe y de guerra,
sin piedad, sin mirar y sin sosiego
y llegar al jardín y penetrar
en la blandura verde del geranio,
en la erizada y débil resistencia del rosal;
en el blanco temblor del jazminero
que lloró con estrellas diminutas.

Un momento después ya no había nada:
de las vidas, los ecos, los momentos,
de los sitios y sombras de recuerdo,
quedo tierra y piedras,
retorcidos herrajes y maderas rotas,
fragmentos de cristales y ladrillos.

Pero flecha de luz, desafiando al aire,
asombrada, amarilla por el polvo,
la rama del rosal, como un pequeño brote,
Inicio ya fragante de una rosa,
enhiesta su verdad de primavera,
orgullosa decía
yo vivo aún y aromo a quien se acerca.












Un idioma es un alma que se deshace en voz;
el mío es mi osamenta, mi firme horizontal;
mi sangre y mi saliva, pero agradezco a otros
su regalo y su luz.
Francia me dio su línea de adjetivos exactos,
su compás cartesiano, su brújula europea;
Inglaterra su pétrea concisión telegráfica...
Pero yo soy del Sur,
y gusto la alegría de Italia soleada,
y envidio a Grecia antigua, porque en cada palabra,
pone el exacto tacto de su mármol sonoro...
...Y porque todo lo mejor que se ha dicho,
se pensó y se sintió nos llegó desde allí.
por la ruta de Ulises, con ese limpio acento
de mar de luz y de sal.








A mi sobrino Paco con amor de padre”:

SALUTACIÓN AL PIANO

Estuviste abierto semana tras semana,
con tu risa continua de ébano y marfil.
Di
¿que esperanza constante y firme
mantuvo tu silencio en el silencio espeso
de la nada y de nadie…?
¿o sonaste oscuro apagando tu arpa,
para que no creyeran que duendes o diablos
paseaban tus teclas inventando motivos.
Yo se que sí: Bach, Mozart y los míos
conversaban conmigo sin cordones ni antenas.
Bastaba un sutil aire: el transparente hálito
de una emoción común.






…Acuérdate de esto, no lo olvides:
Cuando te hagas silueta en el perfil lejano
de un barco que se va;
cuando el humo en el aire sea un vellón transparente;
cuando ya no seas nada, ni siquiera horizonte;
cuando ya estén deshechos los hilos del recuerdo;
cuando meses y años me borren tu figura...
...yo tendré el alma abierta, esperando tu aliento
y la boca sedienta con un beso escondido
guardado para ti desde mi juventud.




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