Cristóbal Barrero Gómez
Nació en 1960 al abrigo de la Sierra del Calvario, en Bornos (Cádiz). Impregnado de la magia del entorno se introduce en el mundo de la poesía. Actualmente pertenece al Grupo Literario “Zabayo” y al Colectivo Cultural “Aldaba”.
Ha publicado en las revistas “La Torre”, “La Fuente del Monje”, “La Semana”, todas ellas editadas en Bornos. Participó en los 1º Encuentros Literarios de la UNED de Jerez, en los Encuentros Literarios de Villamartín y en su Bienal de Poesía, así como en lecturas celebradas en Bornos, Jerez, Villamartín, Prado del Rey, Puerto Serrano, El Puerto de Santa María, etc.…
ALBOROZO DE LA MENTE
Aquellos árboles,
del bosque que diviso,
van desfilando entre la maleza
con ramas lanzadas al aire.
Calma que vuelve,
Cuando más se agitan:
Sus nervios cambian por visillos que serenan al aire.
Allá, alto,
la ventana domina la maleza que circunda
al bosque.
Ni maleza ni bosque viven.
Estrellados en el silencio,
engullidos no dirán nada
hasta que sus almas no reanimen raíces.
Lanzad.
Suicidaos
sobre la hojarasca;
cuando sintáis añoranza
volved a mi
resucitados.
Iré,
Y viviré en el gran océano
donde fluye la ternura
que abrazaré sin mojarme.
No cumpliré otra misión.
Todo será:
Y la brisa marina no entorpecerá
el ambiente creado por el río que baña mi huerta.
Aquellos árboles,
del bosque que diviso,
van desfilando entre la maleza
con ramas lanzadas al aire.
Calma que vuelve,
Cuando más se agitan:
Sus nervios cambian por visillos que serenan al aire.
Allá, alto,
la ventana domina la maleza que circunda
al bosque.
Ni maleza ni bosque viven.
Estrellados en el silencio,
engullidos no dirán nada
hasta que sus almas no reanimen raíces.
Lanzad.
Suicidaos
sobre la hojarasca;
cuando sintáis añoranza
volved a mi
resucitados.
Iré,
Y viviré en el gran océano
donde fluye la ternura
que abrazaré sin mojarme.
No cumpliré otra misión.
Todo será:
Y la brisa marina no entorpecerá
el ambiente creado por el río que baña mi huerta.
Paseo
Alumbrado por luna neónica,
redonda sobre gases grises
Que me sobrevuelan y sobreviven.
Responsable de todo
al apartar las atómicas partículas
Con mi mente y cuerpo.
Luna, alúmbrame camino
neónico, permanente,
bajo mis pies soportadores
De masa inconsiderada.
Mente vacía,
parece hueca
De todo pensamiento.
Absorto y vacío voy caminando
en fría y neónica piel
De tiempo ya pasado.
Mente
Llena de sueños
acogedora de grandezas que se disipan
mintiendo. Testigo inconfensable de historias
improductivas que pertenecen a tu vida
y a la mia. Penetrante
recogedor de estallidos del alma
que rebrotan
inocentes en la cárcel
perfecta de tu alma inconclusa.
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