Los poetas Fernando Sabido Sánchez, Mariano Rivera Cross, Carlos Guerrero, Domingo Faílde y Dolors Alberola en Jerez de La Frontera (Cádiz), Primavera 2013

domingo, 8 de mayo de 2011

382.- JACINTO ROJAS


JACINTO ROJAS. Córdoba (España)



COMENTARIOS A SU OBRA


En la poesía de Jacinto Rojas se advierte con claridad lo genuino de toda ella. Es una poesía sin adornos superfluos y ausente de toda sofisticación, en donde su autor refleja el fervor que siente por las tradiciones de su tierra y las nostalgias de momentos amorosos vividos con toda intensidad.

Jacinto es otro de los muchos poetas andaluces que saben hacer el arte poético con mucho mérito. Con él comprobamos la veracidad de la frase: "La patria es la infancia". Y la infancia de Jacinto se quedó para siempre en esos patios primaverales y en esa ciudad romana y árabe a la ribera del Guadalquivir. El buen andaluz nunca olvida la bendita tierra que lo vio nacer.

Para poder comprobar todo lo que de su obra se asegura, invitamos al lector que llega hasta aquí, a que se adentre en la contemplación de la obra de este poeta cordobés singular.


JACINTO ROJAS GONZÁLEZ, DATOS BIOGRÁFICOS
(en verso)

Por la tarde, en agosto la del diez,
el cuarenta, el año del evento,
y mi padre se puso muy contento
al tener primogénito, ¡pardiez!

Y no pude acabar con brillantez
bachiller que me hiciera corpulento,
por tener que ganarme mi sustento
pues mi padre enfermó, ¡qué ordinariez!

Comercial de perfumes de señora
de trabajo en la vida realicé,
los estudios de Márketing logré
y la vida me fue benefactora.
De lo cual me alegré en buena hora
cuando al fin conseguí montar mi empresa,
a la cual por error hice princesa
olvidando tal vez lo principal:
nunca hacer del trabajo tu final
y acabar sin familia, y eso, ¡pesa!




En el 2004 liquidé el negocio y me vine a mi tierra, a mi Córdoba, donde espero estar hasta el fin de mis días. Tengo dos hijos y estoy divorciado.

El día 8 de enero de 2009 falleció en Córdoba a la edad 68 años.









A CÓRDOBA

Murmullos de cigarras en la tierra
paja seca que embriaga con su aroma,
sonidos de cencerros por la loma
van buscando enfrentarse, ¡piden guerra!

Canto del ruiseñor, a él se aferra
con la fuerza que casi le desploma
cuando ve que su amada se le asoma
y con él, con gran mimo ella se encierra.

Córdoba, mi pasión, toda mi vida
aromas y sonidos que me embriagan,
chasquidos en un alma perseguida.

Los sueños que comienzan y se apagan
recuerdos de una infancia mal vivida,
Tejares y el cuatreño... siempre vagan.





MI CALLE, MI CÓRDOBA
(musa)

El perfume del aire de mi calle
de naranjos en flor siempre está lleno,
y se mueve con cierto desenfreno
igualito que el aire de tu talle.

Al vivir en mi tierra me condeno
a morir entre piedras milenarias,
para hacerlas tal vez depositarias
del dolor y el amor que siento pleno.

Son mis calles, mi Córdoba, emisarias,
que me aportan tesoros duraderos,
el silencio, la paz, aires austeros.
Los jazmines y parras centenarias.
Y los ojos y bocas de corsarias
cordobesas de estirpe de crisol
por las razas y pueblos cual pañol,
muy cargado, repleto de culturas
con el peso de tantas amarguras.
Andaluz si, también soy español.





CRISTO DE LOS FAROLES

Fundido con la piedra estás colgado
tras la reja guardián de tu morir,
cien velas encendidas descubrir,
a tu cuerpo en la muerte abandonado.

Recogiendo de todos, abnegado,
la carga de las culpas por cumplir,
pecados que tendrá Él que asumir,
enjugando en la cruz el mal pasado.

El cielo cordobés que te protege
la plaza donde estás con gran dolor,
calvario de las tres o mil culturas.

Consiguen que el amor aquí refleje,
con la fuerza de un sol abrasador
y el sabor de las negras amarguras.





OJOS NEGROS
(musa)

Cordobesa, negros ojos
como tizones ardientes,
del amor los combatientes
del desamor los cerrojos.

De secretos confidentes
cuando la boca no para,
y te muerde por la cara
con caricias descendentes.

Cuando mi mente separa
con la fuerza de un imán,
para tenerme, en su afán,
en miradas no repara.
Y con ello me declara
su amor. Por siempre será,
y nunca se detendrá
pues sus ojos en los míos
serán siempre desafíos
y en la muerte me amará.





OTOÑO

El otoño al caer me deja solo.
La suave sensación de una caricia
se me pierde. Ya nunca con malicia
volverá de tu cuerpo al cual me inmolo.

Tu bandera de amor, firme enarbolo,
quisiérala tener con avaricia,
hacerla mi sudario con codicia
sabiendo que al final me descontrolo.

Primavera lejana, ¿donde quedas?
verano de sazón dulce recuerdo,
paseos por alegres alamedas.

Renqueantes mis pasos van de acuerdo
buscando entre las sombras rosaledas,
mi logro finalmente... ¡todo pierdo!





EL CONCIERTO
(Soneto con estrambote)

Como piedra preciosa de zafiro,
deslizando su cálida obertura
arrastra el dulce oboe su finura,
a la flauta, y la tuba que yo admiro.

Del violín el morir en su respiro,
violonchelo de triste partitura
como el saxo, la nota siempre pura
su lamento de amor desde el retiro.

La fuerza del metal con rabia entra,
baqueta que restalla con redoble,
rompiendo, silenciando lo que encuentra

Teclado con la fuerza de un gran roble
tocata que en mi alma se concentra,
moderado final, sangrante y noble.

Única, sin desdoble
en tu voz que me llega, yo... ¡deliro!
solamente podré... dar un suspiro.





QUIERO

Quiero ser el corcel de tu alegría,
la ola paridora de violencias,
tormenta trepidante de demencias,
la playa donde acaba tu agonía.

Quiero darte mil besos todavía,
ser fuente de tus dulces apetencias
y también el rincón de tus querencias,
cuando busques soñarme cada día.

Quiero dejar mi alma reposando
en el fondo de todos tus ensueños,
si escucho que preguntas hasta cuando.

Yo no sé cuanto duran los empeños
hasta mi muerte yo, te estaré amando
mientras duren los hilos de mis sueños.





MI INTERIOR

Volar a mi interior y ver el pozo negro
las manchas de mis penas caos de mi ser,
mirar alrededor ver que me desintegro
me hundo en las arenas pardas por doquier.

La vida se me va, las manos, ¡tan vacías!
me quiero redimir, romper con este duelo,
mi alma se atendrá a sus apostasías,
mas debo de pedir llenarlas de consuelo.

El paso de los años pesa en las entrañas
son muchos los contados, llenos de tesón,
subiendo los peldaños, penas que restañas
los sientes abrumado, pesar y aflicción.

Ya queda menos cuerda, cerca queda el día,
y siento en mi cabeza toques de partir,
ya pido que me pierda, cese la agonía
vivir con la certeza llega el "porvenir".






LAS SERPIENTES

Enroscada en las ramas del manzano
con el dulce frescor ella conspira,
su meta, su final, a lo que aspira:
Sostenernos colgados de su arcano.

La suave tentación está en su mano,
la cálida visión, como nos mira,
el tenue jadear con que respira
me habrá de convertir en mas humano.

Te sientes atrapado por su encanto
sus cánticos mas bien de misereres,
promesas de placeres con quebranto

El alma traspasada de alfileres
te llevan a un eterno camposanto
¡bella dicha el morir con las mujeres!





EL FINAL

Leyéndome alcanzaras la sonrisa,
y con ella te acercas a mi llanto,
logrando que mi triste campo santo
convierta mi dolor en dulce brisa.

Escuchas y me llegas cual poetisa
sereno el corazón junto a mi espanto,
y ves cómo mi ser sin un quebranto
se entrega a su querida pitonisa.

Devenir con los tiempos me dijeras
presagios de condenas eternales,
las noches solitarias y agoreras.

Sintiéndome aturdido por mis males,
las lágrimas encubren calaveras,
final de los sentidos terrenales.



[http://usuarios.multimania.es/autenticapoesia/x8.htm]









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